VALÈNCIA. La legendaria delantera Megan Rapinoe disputó este viernes contra las Washington Spirit el último partido en casa en la temporada regular de la NWSL y fue ovacionada por 34.130 aficionados en el estadio Lumen Field en una noche que estableció el nuevo récord de asistencia en la liga de fútbol femenino de Estados Unidos.
Rapinoe, que se retiró hace dos semanas de la selección estadounidense tras conquistar dos Mundiales y el oro olímpico en Londres 2012, anunció que colgará las botas al acabar la temporada de la NWSL y este viernes recibió una emotiva ceremonia de despedida de su afición.
En los prolegómenos del partido, Rapinoe fue premiada por su aportación dentro y fuera del campo, al ser una de las más importantes embajadoras del fútbol femenino por su talento y a la vez una de las voces más respetadas en la lucha por la igualdad de género y los derechos sociales.
Las Reign se encuentran en plena pelea por una plaza en los 'playoffs', un objetivo que de ser alcanzado alargaría unas semanas más la carrera de Rapinoe. El partido contra las Spirit acabó con un empate 0-0.
A falta de una jornada para el final, a Rapinoe le bastará con ganar en Chicago a las Red Stars el próximo sábado para volar a los 'playoffs'.
Mientras, la delantera tuvo un partido de despedida en casa en un ambiente de fiesta. Se batió el récord de asistencia en un partido de la NWSL y muchos aficionados acudieron al estadio llevando pelucas rosadas, en honor a uno de los más célebres peinados lucidos por Rapinoe a lo largo de su carrera.
La futbolista, de 37 años, se pintó el pelo de rosa en el Mundial de 2019, cuando Estados Unidos conquistó su segunda corona consecutiva.
Al acabar el partido contra Washington, Rapinoe tomó el micrófono y dio las gracias al público, a su familia, y a su pareja, la exjugadora de la WNBA Sue Bird.
"Gracias a todos, fue una gran noche. Y espero veros a todos, en todos los partidos en casa, el año que viene. Así que...", aseguró Rapinoe, pidiendo a su público que siga apoyando a las jugadoras y al proyecto deportivo de la franquicia.
El pasado 24 de septiembre, 25.622 personas despidieron a Rapinoe en el estadio Soldier Field de Chicago en su último partido como internacional estadounidense.
Rapinoe fue ovacionada desde el primer momento en el que pisó el terreno de juego para calentar y recibió todo el cariño de la Federación de Fútbol de Estados Unidos en los prolegómenos del encuentro, cuando se le entregó una camiseta especial con el número 203, sus partidos como internacional.