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Regularidad para todos

7/03/2021 - 

VALÈNCIA. Jasper Cillessen fue el héroe de la remontada ante el Villarreal. El guardameta holandés disputó su mejor partido desde que viste la camiseta del Valencia. Y eso que llegó hace dos temporadas… El portero de Nimega apareció para salvar al equipo en el momento justo que tenía que hacerlo. Tres magníficas intervenciones suyas permitieron lograr un triunfo capital. Cillessen estuvo pletórico el pasado viernes, es cierto. Pero lo que le pedimos al guardameta es que nos ofrezca en cada partido actuaciones tan destacadas como las del último encuentro. Es decir, regularidad. Esa estabilidad es lo que le ha faltado a Cillessen desde que llegó a Mestalla. Y esa ausencia de uniformidad en sus actuaciones es lo que permitió que se generara el debate de la portería y que Jaume, en momentos puntuales, incluso le ganara la tostada.

Para mí nunca hubo debate. Siempre lo he dicho. Cillessen era, es y será mejor portero que Jaume. Lo que pasa es que el de Almenara cuenta con muchos apoyos internos dentro del Valencia, empezando por el vestuario, y una legión de fieles seguidores en los medios de comunicación. Incluso los del propio club. Que le ríen mucho las gracias y que no dudaron en organizarle una campañita de imagen para lavarle la cara cuando las cosas se torcían. Sin embargo, tal y como se ha evidenciado en los últimos meses, no hay debate posible. Jaume tuvo oportunidades de sobra para asentarse en la portería y demostrar si era el titular, pero sus actuaciones certificaron lo contrario. Nunca ofreció garantías de seguridad ni solvencia bajo los palos. Es más, siempre transmitió nerviosismo y falta de confianza a los compañeros. Sin embargo, desde que Cillessen volvió al once, por fin ha demostrado que lleva un portero dentro.

Otro de los nombres propios del partido ante el Villarreal fue Guedes. Marcó un golazo con la izquierda, esa pierna que utiliza para apoyar. Hacía tiempo que no teníamos buenas noticias del portugués. Todo lo que sucedía a su alrededor estaba marcado por la polémica. O por lo inadvertido que pasaba por el campo el fichaje más caro de la plantilla. A Guedes también hay que reclamarle regularidad. Continuidad. Hay que exigirle que no aporte su desequilibrio en pequeñas dosis, sino que se suelte el pelo en cada partido que disputa. Como lo hizo ante el Villarreal. Que se deje de buscar enemigos donde no los hay, pedir silencio con el dedo al respetable, y centrarse de una vez por todas en lo que verdaderamente toca. Que ya llevamos mucho tiempo sacándole tarjetas amarillas…. A ver si hay que sacarle la roja al final de curso. Esperemos que este gol ante el Villarreal sirva de punto de inflexión y encontremos en Guedes al mejor refuerzo de invierno.

Siguiendo hablando de regularidad, esa periodicidad hay que exigírsela al equipo. El Valencia se tiene que dejar de una vez por todas de estar subido en una montaña rusa. No se puede alternar buenos y malos partidos. Que no se repitan escenas lamentables como las sucedidas ante el Madrid o el Getafe, sino que podamos disfrutar de emociones como las que vivimos ante el Celta o el Villarreal. Porque tras la victoria en este último partido, tanto el vestuario como la afición ha podido respirar tranquila. Los fantasmas del descenso, si es que alguna vez los hubo, ya se han alejado de forma definitiva. Llegados a este punto, habrá que ver si el Valencia se anima a atacar las plazas que dan derecho a Europa, que no están tan lejos, o si por el contrario, se convierte en ese equipo conformista que se deja llevar por la Liga. Porque, no nos olvidemos, pese a que venga el Príncipe de Johor con su séquito a sacarnos de pobres, la próxima temporada estaremos donde nos dejen los once cabrones (John Toshack dixit) que juegan cada domingo.

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