CASTELLÓ. El nombre del próximo director deportivo del Castellón debería anunciarse en los próximos días, coincidiendo con la apertura de un mercado de invierno que se presume de gran actividad para el club albinegro. El encargado de retocar la plantilla del primer equipo de cara a la segunda vuelta tendrá un arduo trabajo que deberá completar en muy poco tiempo y que incluye, como extra bonus, la contratación de un entrenador, una vez producida la destitución de Rubén Torrecilla.
La adquisición de un nuevo técnico será uno de los mayores retos que afrontará la persona escogida en la oferta de empleo como “director de contratación deportiva” lanzada por el club hace un mes y medio para sustituir al defenestrado Fernando Gómez. Y es que el técnico saliente ha dejado el listón muy alto con la segunda posición de grupo y el buen fútbol desplegado en gran parte de la competición. El próximo entrenador tendrá la misión de mejorar ese registro con muy poco tiempo para adaptarse a la plantilla y a la forma de trabajar de los dirigentes albinegros.
Además, el director deportivo deberá dotar a la plantilla de nuevos elementos que le permitan ser más competitiva. Con Torrecilla, el equipo albinegro estaba provisto de un once inicial de gran nivel, pero sin recambios de garantías en muchas posiciones. Esas carencias, que se notaron de forma extraordinaria cuando se produjeron lesiones de jugadores importantes como Dani Romera, Salva Ruiz y Iago Indias, tendrán que ser subsanadas durante enero.
Pero, para que lleguen esas altas, tendrán que producirse salidas de jugadores que no entran en los planes del club, aunque también hay riesgo de bajas no deseadas por posibles ofertas de categoría superior a jugadores que están haciendo un buen papel en el conjunto albinegro.
Todo eso con vistas a un ascenso al fútbol profesional que el club quiere lograr esta misma temporada y, a ser posible, por la vía directa de la primera posición de grupo.