Cultura

CUANDO NO HABÍA STREAMING  

El coche fantástico, fantasía a cuatro ruedas

  • Wilton Knight, interpretado por Hasselhoff.

VALÈNCIA. Los años ochenta no habrían sido lo mismo sin los videoclips de Madonna, Dire Straits y Michael Jackson. Pero, para poder entenderlos a fondo, hay que analizar sus series de televisión. Corrupción en Miami, Dinastía y El equipo A definen muy bien una década marcada por el mandato del presidente Reagan. El coche fantástico es otra pieza fundamental en esa cumbre liberal que dejó una profunda huella en la televisión. El multimillonario Wilton Knight (Richard Basehart) crea un equipo de agentes que se encarga de combatir el mal a diestro y siniestro. Su fortuna le da acceso a una tecnología fuera de lo imaginable, pero al mejor de sus agentes lo encontrará por chiripa. Un detective es víctima de un tiroteo durante una misión en Las Vegas. Knight lo revive, le cambia la identidad por medio de una operación quirúrgica, y se inventa una especie de hijo justiciero que asumirá el papel de defensor del bien. Para que lleve a cabo su misión, le proporciona un coche que es casi un robot. Un coche que, además, habla. El millonario muere en el episodio piloto, pero su voz grabada será una presencia constante en la serie, empezando por los títulos de crédito.

Una propuesta absurda tomada en serio

Fue Glen A. Larson quien le presentó la idea de una serie así a la NBC. A la cadena no le hizo mucha gracia el tema. Habían fracasado con una comedia de situación protagonizada, también, por un coche parlante (My Mother The Car) y no tenían ganas de repetir la experiencia. Pero Larson venía de crear grandes éxitos para la casa, entre ellos Galáctica y Magnum P.I., así que tuvieron que escucharle hasta que se salió con la suya. Así y todo, uno de los alicientes de esta serie fue que te podías reír de ella, que no con ella. Hay quien afirma que Brandon Tartikoff, el presidente de NBC, también tuvo algo que ver en el nacimiento de El coche fantástico. Por aquella época, los protagonistas masculinos de las series solían ser tipos con más atractivo físico que talento para actuar. Tartikoff dijo un día en broma que deberían hacer una serie titulada The Six Man Word (El hombre de las seis palabras) y que un coche se encargara de toda la parte del diálogo que el inepto intérprete de turno no fuese capaz de decir. Los guionistas se tomaron en serio la propuesta y la aplicaron al nuevo proyecto de Larson. El actor elegido para protagonizarlo fue un nombre poco conocido, David Hasselhoff, que años después protagonizaría también otro éxito televisivo, Los vigilantes de la playa, lo que le hizo entrar en el Guinness como el actor más visto en televisión.

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