VALÈNCIA. Toda la vida tomando Toblerone y nunca me había puesto a pensar que la silueta de esa montaña era el pico Cervino o Matterhorn, de 4.478 metros de altitud. Tampoco que un día dejaría de verlo en su envoltorio para observarlo desde la cercanía, dejándome cautivar por su pico en forma de pirámide y con cada una de sus cuatro caras orientadas a un punto cardinal diferente. Por su altura, es el quinto lugar entre los dientes de esta sierra que comparten Francia, Italia, Suiza, Eslovenia y Austria, pero su belleza es tal que el símbolo de Suiza no es el mítico Mont Blanc (4.810 m), sino esta cumbre que también podría presumir de ser la más hermosa de Europa.
El acceso puede realizarse desde el lado italiano, en Cervinia, o desde el lado suizo, en Zermatt-Matterhorn. En mi caso me decanto por este último por dos motivos: me viene de paso en mi periplo en furgoneta —de España a Alemania— y, dicen, que desde este lado es más bonito. Lo que no sabía es que en Zermatt los vehículos no están permitidos. Vamos, que aunque hay una carretera bien asfaltada, aquí no hay ningún tubo de escape contaminando el lugar. Y no es una norma reciente, sino que se aprobó en 1931 y ha sido refrendada desde entonces. Esto hace que para llegar hasta la localidad se deba dejar el coche en el aparcamiento de Täsch, a unos seis kilómetros de distancia, y coger un tren o un taxi eléctrico colectivo. He de decir que está todo muy preparado, así que no supone ningún inconveniente. Lo único que hay que tener en cuenta es no llegar tarde, porque entonces debes regresar al alojamiento andando y, después de la caminata…, pues mejor no pensarlo.
Menos mal que me estoy informando sobre cómo llegar, porque si no mañana ya me veía entrando con la furgoneta por el pueblo. En el camping en el que me alojo me explican las distintas rutas senderistas que se pueden hacer. Me decanto por la ruta de los cinco lagos que, aunque es la más popular de la zona, es la única que veo factible para hacer en un día. Eso será mañana, hoy me toca descansar con el pico Cervino vigilando la noche estrellada.