opinión

Revolution

El Valencia busca cesiones y prueba con ofertas a la baja para incorporar jugadores, y vende, si entiende que se recupera la inversión de un futbolista. La manera de operar del Valencia recuerda más a la de un recién ascendido que a la de un club que aspira a estar en Champions...

16/06/2017 - 

VALENCIA. You say you want a revolution… entonaban los Beatles en los 60. Aquí también la deseamos desde hace unos veranos, una revolución, un cambio total de la plantilla. Tenemos claro qué jugadores tienen que salir y qué posiciones hay que reforzar. Alves, Santos, Abdennour, Enzo, Parejo y Negredo están en la rampa de salida y faltan un par de centrales, el medio centro defensivo, un banda y la guinda sería un delantero. Tenemos los acordes, la melodía, la letra, pero de repente, Lennon no canta.

Mientras tanto, se nos ponen los dientes largos viendo cómo otros equipos que vienen de hacer una temporada discreta, comienzan a moverse y han iniciado su “revolución” particular. El Milán ha firmado un central, un lateral izquierdo, un medio centro defensivo y un delantero. Su inversión hasta la fecha es de 99 millones. Se escucha el Satisfaction de los Rolling en la capital de la moda. Por otro lado, el City ha firmado un portero y al mejor jugador de la liga francesa por 90 millones y ya ha hecho oficiales las salidas de cinco futbolistas con los que no contaban. En Manchester ven cómo Little by little la plantilla se prepara para la campaña que viene. Oasis ya ha arrancado su concierto. 

Sin embargo, aquí sigue el bloqueo por dos factores: Lim no invierte más y los fichajes van a depender de las salidas. Esto hace que los 18 millones de cláusula de Camacho, el objetivo número uno para reforzar la medular, hayan espantado al Valencia y esté buscando alternativas más económicas. Por ello, ha hecho una oferta a la baja a la Fiorentina por Badelj y ha pedido la cesión de Mikel Merino. Están buscando un club misericordioso que les transfiera un jugador a bajo coste. Para reforzar la defensa, los 18 millones de la opción de compra de Mangala eran prohibitivos, pero por si suena la flauta, le han pedido al City una cesión. Y, por último, la prueba inequívoca de que el Valencia va justo, es haber aceptado los 6 millones por Ryan, cuando costó 7. A un equipo de la Premier se le podía haber exigido un precio más alto, pero el Valencia necesita ya tener ingresos para poder acometer compras.

El Valencia busca cesiones y prueba con ofertas a la baja para incorporar jugadores, y vende, si entiende que se recupera la inversión de un futbolista. La manera de operar del Valencia recuerda más a la de un recién ascendido que a la de un club que aspira a estar en Champions. Todo el mundo puede entender que el Valencia no pueda hacer inversiones tan voluminosas como las del Milán o el City, pero de ahí, a estar racaneando por jugadores y sobreviviendo con cesiones hay un trecho. A veces, cuesta creer que el máximo accionista del Valencia sea un multimillonario que está en la lista Forbes. Eso sí, cuanto más tarden en firmar, más se encarecerá el producto. Si no, que recuerden lo que costaron Negredo, Garay y Abdennour los últimos días de mercado. 

Lennon, de momento, decide guardarse el Revolution para más adelante, no es el momento. McCartney se posiciona a su lado, dedican el tema a Lim y empiezan: “Don’t let me down…”