VALENCIA. El Gran Premio de la República Checa se presenta este fin de semana en el circuito de Brno como decisivo para el porvenir inmediato de las aspiraciones de Àlex Rins en Moto2, pues debe evitar que se le escapó el actual líder Johann Zarco, mientras que en Moto3 Jorge Navarro intentará olvidar la caída en Austria para recobrar confianza y buscar recortar puntos al sólido líder Brad Binder.
La categoría intermedia ha visto cómo el vigente campeón, Johann Zarco (Kalex), tomaba distancia al frente del Mundial tras remontar y superar en las últimas carreras en los Países Bajos, Alemania y Austria al español Àlex Rins (Kalex), que ahora está a 34 puntos del francés pese a que llegó a Holanda con ventaja.
Pero la caída en Alemania, sumada al triunfo de Zarco, que repitió victoria el pasado fin de semana en el Gran Premio de Austria en el inédito circuito de Spielberg por la tercera posición de Rins, han cambiado el escenario y ahora el de Barcelona debe remontar si quiere tener opciones de luchar por el título antes de su subida, el año próximo, a MotoGP de la mano de Suzuki.
En Spielberg las primeras vueltas fueron tranquilas, todo lo contrario que las dos últimas. Ahí ya estaba líder en solitario Zarco, quien a falta de 8 vueltas le dio al gas para no complicarse la vida y demostrar que tiene calidad y moto suficientes para decidir los grandes premios a placer cuando tiene todo de cara. Fue la quinta victoria en diez carreras para Zarco.
No obstante, Rins (Páginas Amarillas HP 40) consiguió hacer menor el daño y la pérdida en una gran vuelta final en la que se aprovechó de la lucha entre Morbidelli y Luthi por la segunda plaza para superar al suizo y ser tercero. Lo hizo en la última curva, en un adelantamiento por el interior que le permitió celebrar el podio y perder solo 9 puntos respecto a Zarco, estando a 34 puntos ahora en el Mundial.
Rins, que salía noveno, fue de menos a más y si no pudo luchar antes por el podio fue por un mal arranque de carrera. Esta situación será lo principal a mejorar para el de Barcelona, que no está logrando dar sus mejores giros hasta la parte final de las carreras.
Por otro lado, en Moto3 el sudafricano Brad Binder (KTM) tiene otra oportunidad para prácticamente sellar su título, pese a lo que queda de Mundial. Segundo en Austria, reforzó su ventaja por la caída de Jorge Navarro (Estrella Galicia 0,0), su gran rival. El español partía desde la 18ª posición, en un circuito en el que no pudo rodar ni en 'test' y todavía lastrado físicamente por su reciente operación de tibia y peroné. Pese a ello, el valenciano remontó hasta la sexta posición pero a falta de 5 vueltas se cayó.
Ahora están separados por 67 puntos, casi tres carreras de distancia, pero Navarro quiere desquitarse de lo sucedido en Austria y luchar hasta el final por un campeonato en el que las caídas y lesiones no están siendo benévolos con él. Y junto a Navarro y Binder habrá muchos ojos puestos en el 'rookie' Joan Mir (KTM), ganador en el inédito circuito de Spielberg.
El piloto español se hizo con una carrera de Moto3 muy ajustada en la que hasta cinco pilotos lucharon por el triunfo en la última vuelta, donde el mallorquín estuvo más listo que sus cuatro rivales con los que rodaban en cabeza para ganar su primera carrera en el Mundial y romper el gafe del 'pole man'.
Ya eran catorce las carreras en Moto3, desde el Gran Premio de San Marino del año pasado, la 13ª cita del pasado Mundial, que el piloto que hacía la 'pole' no lograba ganar. Este fin de semana, en la reanudación del campeonato, Mir rompió ese gafe con el añadido de sumar su primer triunfo.
El mallorquín, piloto del Leopard Racing KTM de solo 18 años, sumó su primer triunfo en el Mundial de motociclismo un día después de anotarse la primera 'pole'. La undécima carrera de Mir en la categoría fue la buena y en una gran última vuelta intuyó que Brad Binder (KTM), líder del Mundial, y Enea Bastianini (Honda) se iban a adelantar el uno al otro y de esa guerra sacó provecho. Se metió entre ambos por un hueco que pareció ver antes que nadie y, una vez primero, tiró sin mirar atrás hacia el éxito.