Ambos pilotos se juegan a una sola carta y en un ambiente extremadamente viciado por los acontecimientos de los últimos días, el título mundial de MotoGP en Cheste
VALENCIA. El italiano Valentino Rossi y el español Jorge Lorenzo, ambos pilotos de sendas Yamaha YZR M 1 oficiales de fábrica, se juegan a una sola carta y en un ambiente extremadamente viciado por los acontecimientos de los últimos días, el título mundial de MotoGP este fin en el Gran Premio de la Comunidad Valenciana en el circuito de Cheste.
Rossi llega al trazado valenciano con siete puntos de ventaja, una sanción que le obliga a salir último por su conducta antideportiva en el Gran Premio de Malasia disputado en Sepang, y una apelación interpuesta ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), que anunció que resolverá antes de la segunda clasificación de la carrera valenciana.
Jorge Lorenzo, invitado de piedra en esta situación, es el más perjudicado al no poder hacer absolutamente nada más que presentar sus alegaciones al TAS para que una decisión de este organismo no le perjudique a él en una situación que ha generado el piloto italiano con su comportamiento con el también español Marc Márquez (Respol Honda RC 213 V), quien ha preferido permanecer al margen de las provocaciones y de casi todos los acontecimientos.
Aunque tarde, Honda Racing Corporation (HRC) salió en defensa de su piloto y de sus argumentos, al igual que Yamaha, y lo estrictamente deportivo debiera resolverse de igual forma, independientemente de la controversia que la actitud de Rossi y Márquez en Sepang pudiese suscitar.
Tal y como indicó en su nota de prensa el japonés Shuhei Nakamoto, vicepresidente ejecutivo de HRC, los hechos son los hechos y resulta irrefutable que en Sepang quien "incendió" el ambiente con sus declaraciones fue Valentino Rossi.
La intención clara de Rossi era usar "sus habilidades" en el entorno en el que se mueve para desestabilizar a sus rivales, algo que de una u otra manera le sirvió frente a rivales como el italiano Max Biaggi, el español Sete Gibernau o el australiano Casey Stoner.
Pero en la carrera de Malasia se encontró en pista a un "irreverente" cuádruple campeón mundial de 22 años, el más joven de la historia por partida doble en la categoría reina de MotoGP, que nunca se conforma con un tercero o un cuarto puesto y que fundamentados en los hechos no realizó absolutamente ninguna maniobra antideportiva con su rival.
Y precisamente los pilotos de Repsol Honda tendrán que ser y serán protagonistas en Valencia, un trazado muy apto para las características de sus motos y en donde Dani Pedrosa es el piloto más laureado, con seis victorias, tres de ellas en MotoGP, dos en los 250 c.c. y una en los 125 c.c.
En el "Ricardo Tormo" de Cheste el piloto de Repsol Honda, Marc Márquez, se proclamó campeón del mundo de MotoGP en 2013 y antes se resolvió el título de la conocida como categoría reina del motociclismo en la última carrera en 2006, cuando ganó el título el estadounidense Nicky Hayden, que se lo jugaba junto al italiano Valentino Rossi, quien acabó por los suelos.
Por lo que se refiere a las cuentas de uno y otro, Jorge Lorenzo necesita sumar siete puntos más que su rival por el título Valentino Rossi, puesto que en caso de empate ganaría el español por el mayor número de victorias, seis frente a cuatro, mientras que el italiano tiene impedir que sea así.
Si se tiene en cuenta que mientras han acabado la carrera nunca lo han hecho por detrás de la quinta posición, Jorge Lorenzo necesita, si gana, que Rossi no acabe segundo para ser campeón, si es segundo, el italiano no podría acabar más allá de la cuarta plaza para el de Palma de Mallorca lograse su objetivo.
En el supuesto de que Jorge Lorenzo fuese tercero, Valentino Rossi no podría pasar de la séptima plaza para que el español lograse su objetivo, aunque todo dependerá de si el TAS concede la suspensión cautelar de la sanción de salir último al italiano, como parece probable, o la refrenda, en cuyo caso debería salir último en Valencia y ello complicará bastante las cuentas y las opciones del transalpino para conseguir su décimo título mundial.