VALÈNCIA. Rubén Sellés Salvador (Valencia, 15/06/1983) dirige al Reading FC de la English Football League One después de pisar la Premier League el curso pasado con el Southampton FC. Las turbulencias económicas que afectan al club, propiedad del multimillonario, empresario e inversor chino Dai Yongge las combate con trabajo. "Intentamos hacer del entrenamiento diario la mejor parte del día, con ganas de competir para focalizarnos en el objetivo. Para la categoría, nosotros vamos cortos de medios, pero tenemos que evitar el descenso a la League Two", comenta durante su conversación con Plaza Deportiva.
- El curso pasado Rubén Selles hizo mucho ruido en el banquillo del Southampton FC.
Le ganamos al Chelsea 0-1 en Stamford Bridge, empatamos con el Manchester United en Old Trafford, le ganamos en casa, en el Madejski Stadium, al Leicester City y empatamos a tres con el Tottenham como locales. A final de liga también empatamos con el Liverpool a cuatro, pero el equipo descendió.
- Entiendo que la Premier League es otra historia, otro mundo para cualquier profesional.
- Absolutamente, es una exposición brutal. Es una competición magnífica y me siento un privilegiado por haber entrenado en ese entorno de élite. Lástima que no lográramos la permanencia aunque hicimos un buen trabajo, dadas las circunstancias.
- Cogió el equipo en febrero de 2023.
-Estaba de segundo entrenador y me hice cargo del equipo como entrenador interino. Entrené hasta mayo. La salida por parte del club fue correcta.
- ¿Cómo llega a Inglaterra y a la Premier League?
- Desde el FC Copenhague, donde estaba de segundo entrenador. Los dueños del Southampton son noruegos y querían hacer cambios en el cuerpo técnico. Me contactaron para una ronda de entrevistas con los responsables deportivos del club y me contrataron. Pagaron el año que me quedaba de contrato en Copenhague.
- Supongo que conocían su etapa anterior en Noruega.
-Y en Dinamarca también. En Noruega estuve en 2015 en el Strømsgodset IF con David Nielsen, que era primer entrenador. Trabajé seis meses hasta que salió Nielsen. Me quedé como único extranjero en el cuerpo técnico y decidí irme. Luego, en 2020 coincidí con Nielsen en Dinamarca, en el Aarhus GF. Estuve dos años y medio. La última temporada fuimos terceros en liga; hasta ese momento fue la mejor temporada en los últimos 25 años del club.
- Su primer salto al extranjero fue a Grecia.
- En 2008. Me fui con Quique Hernández al Aris de Salónica. Quique firmó para el cuerpo técnico a David Rodríguez y a Xavi Tamarit. Y luego llegué yo. Fue un año de altibajos. A Quique lo cesaron y nosotros nos quedamos los tres con Mazinho de primer entrenador. Faltando un par de meses para el final de aquella temporada me marché. Fue una experiencia de vida enriquecedora.
- ¿Por qué?
Aprendí mucho de Quique Hernández. Es el año donde más he aprendido en mi carrera. Esa experiencia, lo que aprendí con Quique, sentó las bases, con matices, de lo que aplico como entrenador actualmente. Su gestión de grupo era muy buena. Me enseñó los estándares de trabajo y cómo intentar sacar lo mejor de mí mismo.
- Luego aparece en el Shinnik Yaroslav, primera división rusa.
Voy de entrenador asistente y preparador físico de Igor Lediakhov, ¿lo conoces? Era un jugador muy fino. Allí viví la cara fea del fútbol. Estuvimos seis meses sin cobrar en un entorno caótico.
- ¿Todo fue negativo?
-No. Aprendí algo del idioma ruso, que luego he ido mejorando y aprendí a entrenar en temperaturas gélidas. Allí hasta -19º se puede entrenar en el exterior.
- ¿Cómo son las sesiones de trabajo con esa temperatura tan extrema?
- La sesión no puede tener parones por razones obvias. Se tiene que hacer del tirón con pausas cortas y sin tiempos de recuperación para que los jugadores mantengan el calor corporal. Es peculiar.
- ¿Tienes doble formación como entrenador y preparador físico?
- Soy entrenador UEFA Pro y licenciado en Actividad física y Deporte por la Universidad de Valencia, especialidad fútbol. Acabé la carrera en 2006.
- Siguiendo con tu trayectoria, de Rusia vuelves a Grecia.
- Voy al Asteras Tripoli en 2011 de la mano de Óscar Fernández con muchos españoles. Salimos en la jornada tres por aspectos extradeportivos. Fue todo muy intenso. Descendieron al equipo por causas no deportivas, luego lo volvieron a admitir... Cosas que, a veces, tiene el fútbol.
- Su siguiente parada fue Azerbaiyán, el Neftchi Baku en 2012.
- Es el club más importante de Azerbaiyán. Estuve como preparador físico y luego ejercí como primer entrenador, aunque no llegué a competir como tal. Ganamos liga y copa la primera temporada y de nuevo la copa el segundo año. Ese año fue turbulento, pero muy bonito. Fueron mis primeros títulos.
- En 2015 vuelves a Azerbaiyán desde Noruega para jugar Champions League.
- En el Qarabag FK. Trabajé dos temporadas y media. Estaba de segundo y de preparador físico. Ganamos liga y copa dos temporadas seguidas. Jugamos la fase de grupos de la Europa League y luego la fase de grupos de la Champions en un grupo con Chelsea, Roma y Atlético de Madrid en 2017.
- Al terminar esa etapa empieza la de Dinamarca, de la que ya hemos hablado, y luego lo llama César Sánchez para incorporarlo a la cantera del Valencia.
Sí, pero antes de ir a Grecia estuve un periodo corto de seis meses en la ciudad deportiva de Paterna. En el Cadete A con Sergio Ventosa. Después de Qarabag, efectivamente, en 2020 me llama César y estoy cuatro meses en el Juvenil B del Valencia CF. Entonces me llamó el FC Copenhague, donde estuve año y medio. Allí fuimos campeones de liga.
- Y en 2022 aparece en su vida Inglaterra, el Southampton, la Premier League y hoy el Reading FC. Muchos saltos de países. ¿Encontrarás la estabilidad en Inglaterra?
- Veremos. Salto de club sin problemas si considero que es lo mejor para mí. La mayoría de clubes donde pedí salir lo entendieron.
- ¿El objetivo que persigues como entrenador es regresar a España o asentarte en Inglaterra y volver a la Premier League?
- El objetivo actual es sacar lo mejor de mí mismo en mi club. A largo plazo: volver a la Premier League e intentar entrenar en España.
- En la Premier tiene mejor cartel que en España.
- En 15 años no he trabajado nunca en España y es más difícil encontrar allí una oportunidad, sí.
- ¿Por qué tiene tanto éxito esa competición?
- No lo sé, no me he detenido a pensarlo, pero el fútbol inglés y la Federación inglesa en todas sus categorías, desde arriba hasta abajo, reparten equitativamente el dinero. El sistema de competición con sólo una liga por categoría hasta el quinto nivel, ayuda. La cercanía en cinco horas entre todos los equipos posibilita que sólo haya un grupo por competición. En España hay grupos en primera, segunda y tercera federación porque los trayectos son más largos. Aquí eso no sucede. No sé, esta puede ser una causa.
-Está casado y tiene dos hijos. ¿Su familia lo ha acompañado en todos sus viajes?
- Desde que fui a Dinamarca están conmigo. Tengo una hija de 14 años y un hijo de 11. Vivimos los cuatro en Winchester, porque Southampton está cerca y mis hijos pueden ir al mismo colegio que el año pasado. Les costó adaptarse al principio, pero ya están acostumbrados. El pequeño juega al fútbol y la mayor al baloncesto. La ciudad es tranquila y apacible.
- ¿Le costó acostumbrarse a conducir por la izquierda con el volante al lado derecho?
- El primer día fue muy extraño. Luego, normal.
- En Inglaterra hay una colonia de entrenadores españoles, ¿con quién guarda relación?
- Tengo una estrecha relación con Carlos Corberán del West Bromwich Albion. Con otros, como Unai Emery o Pep Guardiola, tengo más relación con su cuerpo técnico. Con Martí Cifuentes, del Queens Park Rangers, también me llevo bien.
- ¿Qué pasa en el Reading FC? El año pasado descendió de Championship. En septiembre la English Football League sancionó al equipo con tres puntos y la gestión de su propietario chino Dai Yongge está bajo vigilancia.
- Hay mucho revuelo. Tenemos problemas financieros, y hemos sufrido una sanción de tres puntos en la clasificación. Hay recortes en todos los ámbitos, incluida la primera plantilla. El club necesita vender jugadores para poder hacer frente al gasto de lo que resta de temporada. Pero tenemos que salvar la categoría, no caer en la League Two, aunque es un proyecto diferente al que firmamos.
- La afición, además, está de uñas con el propietario y le piden que venda sus acciones. El 13 de enero los aficionados invadieron el campo y se suspendió el partido ante el Port Vale.
- Así es, pero los aficionados con el equipo están a muerte.
- ¿Cómo se aíslan de todo esto?
- Intentamos hacer del entrenamiento diario la mejor parte del día, con ganas de competir para focalizarnos en el objetivo. Para la categoría, nosotros vamos cortos de medios, pero hay que conseguir evitar el descenso a League Two.
- Vamos al juego, ¿cómo juega el Reading FC?
- Tenemos un sistema de juego 1-4-3-3 y otro 1-4-2-2-2. Buscamos un presión alta para recuperar arriba. Queremos transitar rápido si es posible. Ser ofensivos y ser verticales, sobre todo buscando situaciones de contrapresión, alta intensidad y alta energía. La salida de balón es más compleja. Pero para llegar a campo contrario en las condiciones que queremos, a veces, es necesario atraer al oponente para liberar espacio a la espalda del rival.