"¿Pero creen ustedes que eso es para sufrir la cacería que estoy sufriendo? ¿Sinceramente lo creen? ¿Es tan grave como para que yo me vaya habiendo hecho la mejor gestión de la historia del fútbol español? ¿Ustedes creen que tengo que dimitir? Pues les voy a decir algo, no voy a dimitir, no voy a dimitir", expresó tajante Rubiales durante su discurso en la Asamblea Extraordinaria en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas.
Rubiales se reafirmó así en su posición, denunciando además "muchas presiones" recibidas en las últimas horas. "Me han dicho que lo mejor era que dimitiera, porque si no probablemente el lunes a alguien se le ocurra sacarme del foro, buscar la fórmula. Pero estamos en un país donde la ley impera, donde tiene que haber un motivo para que te saquen de un lugar", defendió.
"¿Qué es lo que he hecho? ¿Un pico consentido es para sacarme de aquí?. Yo agradezco que en ese aspecto estar en España me dará la posibilidad de, si alguien comete semejante atrocidad, poder defenderme y llegar hasta el final. Quien me conoce sabe que voy a luchar hasta el final. También espero que se cumpla la ley y, por tanto, como no hay nada para cometer semejante acto, no se produzca", aseguró contundente Rubiales.
"Aunque se esté vendiendo otra cosa, no hay deseo y no hay posición de dominio (en el beso). Aunque se esté vendiendo otra cosa en muchos de los medios, tanto los que están dominados o vendiendo pleitesía al señor Tebas, como los que están rindiendo pleitesía al falso feminismo, que es una gran lacra en este país. Fue un beso espontáneo, mutuo, eufórico y consentido, que esta es la clave, esta es la clave de todas las críticas", explicó Rubiales durante la Asamblea General Extraordinaria de la RFEF.
El mandatario defendió que tiene "una gran relación con todas las jugadoras" y "todos los miembros de la expedición" española en el Mundial, con los que formó "una familia durante más de un mes". "Tuvimos momentos cariñosísimos en esta concentración", agregó.
"Jenni dijo que era una anécdota y demás. De la anécdota, del no pasa nada, empiezan todas estas presiones, se pasa al silencio de la jugadora y después a un comunicado que la verdad yo no termino de entender. Aquí no se está tratando de hacer justicia, eso es falso, se está ejecutando un asesinato social a mí, se me está tratando de matar", denunció Rubiales.
El de Motril explicó cómo fue el beso "consentido" a Jenni Hermoso en la celebración del Mundial femenino cosechado por España, motivo por el que ha recibido duras críticas en los últimos días. "Aunque se esté vendiendo otra cosa, no hay deseo y no hay posición de dominio (en el beso). Aunque se esté vendiendo otra cosa en muchos de los medios, tanto los que están dominados o vendiendo pleitesía al señor Tebas, como los que están rindiendo pleitesía al falso feminismo, que es una gran lacra en este país", lamentó.
"Fue un beso espontáneo, mutuo, eufórico y consentido, que esta es la clave, esta es la clave de todas las críticas", añadió un confiado y serio Rubiales durante la Asamblea. "Jenni dijo que era una anécdota y demás. De la anécdota, del no pasa nada, empiezan todas estas presiones, se pasa al silencio de la jugadora y después a un comunicado que la verdad yo no termino de entender. Aquí no se está tratando de hacer justicia, eso es falso, se está ejecutando un asesinato social a mí, se me está tratando de matar", denunció.
Rubiales expuso que Hermoso le "levantó del suelo", para cogerle por las piernas y cuando le dejó en el suelo se abrazaron. "Y yo le dije, olvídate del penalti. Has estado fantástica y sin ti no hubiéramos ganado este Mundial. Ella me contestó, eres un crack. Y yo le dije, un piquito y ella me dijo, vale", agregó.
Así, el mandatario defendió que tiene "una gran relación con todas las jugadoras" y "todos los miembros de la expedición" española en el Mundial, con los que formó "una familia durante más de un mes". "Tuvimos momentos cariñosísimos en esta concentración", agregó.
Rubiales no dimite, pero pide perdón "sin paliativos"
Rubiales arrancó su discurso en la Asamblea agradeciendo los "muchísimos" mensajes de apoyo recibidos, también "de mucha gente silenciada". Pese a que lo esperado era que presentase su dimisión, adelantada por los medios, el mandatario primero pidió perdón "sin paliativos" por lo ocurrido en el palco.
"En un momento de euforia me agarré esa parte del cuerpo, pero mirando a Vilda. Hemos pasado mucho estos últimos años. Te han querido hacer a ti lo mismo que a mí, un discurso falso, tratar de transformarlo en verdad. Me emocioné muchísimo, hasta el punto de perder el control y llevarme las manos ahí", explicó.
Rubiales añadió que, después de que el seleccionador le dedicase la victoria, él hizo lo propio. "Olé tus huevos, con perdón. Desde luego tengo que pedir disculpas a Su Majestad la Reina, a la Infanta, a la Casa Real y a todo aquel que se haya sentido ofendido. Por tanto, repito, en ese aspecto mis más sinceras disculpas me conocéis, he estado en infinidad de actos, en infinidad de palcos y nunca me había comportado así. La emoción era grande y todo lo que habíamos pasado", quiso zanjar este asunto.
Rubiales apunta a una "campaña"
El exfutbolista apuntó a una "campaña" desde los medios que "no responde ni a la verdad ni a la justicia". "Esa es la realidad. Cinco años de cacería, se me ha acusado de robar, de cobrar comisiones, de usar dinero federativo mal empleado, de beneficiar ilegalmente a terceros", enumeró, asegurando con vehemencia que "jamás van a demostrar nada de eso".
"Nunca en mi vida me he llevado un céntimo que no sea mío ni me he beneficiado ilegalmente a nadie. Hemos implementado todos los mecanismos de control, de gestión, de transparencia, pasando a ser la federación más valorada en cuanto a transparencia y buena gestión. Eso lo hemos hecho nosotros", sacó pecho el dirigente.
Finalmente, Rubiales anunció que se irá "a descansar unos días" con su familia tras la Asamblea para "poder desconectar". "Espero que se siga haciendo justicia, que se haga justicia. Y estaré en Motril, me pondré de nuevo la camiseta del Motril para jugar con mis compañeros, con los que empecé a jugar hace casi 40 años cuando era un crío de 4 o 5 años, con todos ellos. Aquí está la verdad sin amarillismos", concluyó.