VALÈNCIA. (EFE).- Luis Rubiales y Andreu Camps, presidente y secretario general de la Federación Española de Fútbol (RFEF), explicaron este miércoles en conferencia de prensa que los criterios del reparto económico por la participación en el nuevo modelo de Supercopa, según el contrato existente, son más benévolos que otros, como los de LaLiga, y que de éstos solo se quejó el Valencia.
En su comparecencia en la Ciudad del Fútbol ante los medios para defenderse de las informaciones publicadas en los últimos días, y tras recibir por escrito la aceptación por parte de Arabia Saudí de facilitar una serie de detalles del contrato, Rubiales aseguró que ningún club le había expresado queja alguna por el reparto a excepción de uno (el Valencia). "Salvo un club, todos han estado encantados", dijo.
"En cuanto al reparto económico que ha suscitado tanto alboroto intencionado, el que tenemos con los criterios de la Federación es mucho más benévolo con los clubes de abajo que con Real Madrid y Barcelona. Si lo hiciéramos con los criterios de la Liga, la distancia sería mucho mayor", aseveró Rubiales, quien aseguró que en el caso de que ninguno de los dos se clasificara no afectaría a lo que percibe el fútbol modesto, así como reveló que no se plantea volver a reformular la Supercopa: "Nos encanta este formato".
Andreu Camps argumentó que los 40 millones se reparten entre los participantes y el fútbol aficionado por el principio de solidaridad obligatorio. Entre los primeros, los beneficios proceden de los premios según resultados deportivos y del valor que los clubes tengan, mismo criterio, explicó, que aparece en la actual distribución de derechos audiovisuales.
En este sentido, según su propio estudio de la faceta 'comercial', puso el ejemplo de que un club que según la tabla de dicha ley de derechos percibe 630.000 euros, según este acuerdo cobra 1,7 millones, y otro pasa de 340.000€ a 750.000€.
El secretario general aclaró que el organizador, los responsables saudíes, es el que marca los premios, que sean importantes, para que los equipos acudan con la mayor capacidad competitiva, y que también se tiene en cuenta el caché internacional por resultados deportivos y éxitos históricos, lo que supone que el que sea superior en estas cuestiones tiene un valor superior, circunstancia que ocurre en el resto de competiciones internacionales.
"El que paga dice esto lo pago para que se haga de esta manera determinada. En el contrato también dice cómo deben ser los premios, lo que gana el campeón, el subcampeón, el otro... Si un club no tiene incentivo por ganar viene de paseo y no me interesa. Voy a pagar mucho dinero. Quiero que los clubes buenos se quedan hasta el final. Es razonable", agregó.
Rubiales recordó que la empresa intermediaria Kosmos les propuso un cambio de formato a la Supercopa tradicional, algo que en su campaña electoral ya había propuesto Rubiales, por lo que era la misma idea. Relató que empezaron a hablar de Estados Unidos, Arabia Saudí, Qatar, China, India e incluso de África.
Finalmente la que prosperó fue la saudí. Rubiales explicó que pensaron en Estados Unidos, lo hablaron con Real Madrid, Barcelona y Atlético de Madrid, que eran los tres que tenían plaza para la primera edición bajo este formato, y después lo hicieron con el Valencia.
Estos le expresaron la conveniencia de que fuera en un sitio donde los viajes no superaran las seis/ocho horas, lo que mermó opciones de India, China y hasta América. Se añadió la posibilidad de San Petersburgo, pero la opción se descartó al pasarse la competición al invierno. "También se exploró la posibilidad de España, pero nadie hizo ninguna oferta", apuntó.