VALÈNCIA. El exjugador del Valencia, Juan Sánchez, desveló en una entrevista con la web del club que el entrenador Rafa Benítez fue quien les convenció con su insistencia diaria de que podían ganar la liga de 2001, que rompió una sequía de más de treinta años para la entidad de Mestalla sin alzar ese trofeo.
“Benítez nos decía que teníamos opciones de ganar la Liga y nosotros pensábamos que estaba loco. Todos los días nos lo decía y poco a poco el equipo se fue convenciendo”, explicó Sánchez, que recordó que no ha vivido “una celebración igual” a aquella.
El exdelantero dijo que el técnico madrileño “por más o menos que hayas jugado o hayas tenido algún problema demostró que es un gran entrenador, muy preparado, y que sacó de todos nosotros lo mejor porque ganar una Liga no es fácil”.
El exfutbolista valenciano recordó en el repaso a su carrera la importancia que tuvo el técnico Guus Hiddink, que fue quien le subió al primer equipo en la temporada 1992-93.
“Siempre será la persona que me ayudó, que confió en mí cuando era joven y me dio el empujón”, señaló Sánchez, que recordó que también él fue en parte el responsable de su apodo “el Romario de Aldaya”.
“Hubo un día que dijo que Romario y yo teníamos un olfato de gol parecido y José Luis Chiclana, que estaba en la SER empezó con eso y ahí se quedó”, rememoró.
“Mucha gente cree que jugar al futbol y llegar a Primera División es tener suerte y que todo te ruede bien pero hay que trabajar mucho, esforzarse, dejar de lado muchas cosas y a mí el Valencia me lo ha dado todo”, admitió.
Tras ser reclutado del club de su pueblo por Vicente Guillot, Sánchez pasó por todas las categorías del club pero tras subir al primer equipo fue cedido primero al Mallorca y después al Celta, donde fue prestado tres años y acabó jugando cinco hasta su regreso en 1999 “que era lo que estaba deseando”.
“Cuando vuelvo en la presentación en el 99 y estábamos haciéndonos la típica foto de grupo la gente coreaba mi nombre y yo lloré, ese fue el día más especial”, apuntó.
Respecto a los partidos, dijo recordar especialmente el del debut y el de las semifinales de la Champions en el que metió dos goles ante el Leeds.
“Fue el partido soñado. Siempre he soñado con hacer goles en Mestalla para que disfrutara mi familia y mis amigos y todo el mundo. Dicen que en el primero la meto con la mano, pero lo meto con todo, con el hombro. El segundo chuto con la izquierda hago el gol y veo como toda la tribuna se levanta. Fue el momento de mi carrera más impresionante”, explicó.
Sánchez destacó el mérito que supuso llegar a una final de la Champions con una plantilla que no estaba pensada para esos lances pero que era “muy fuerte mentalmente y muy compensada”.