VALÈNCIA. La vicealcaldesa en funciones de l'Ajuntament de València, Sandra Gómez, participó este lunes a mediodía en unas jornadas sobre el Valencia CF que se celebraron en la Facultad de Derecho de la Universidad de València organizadas por Sociedad Civil Valenciana.
Gómez repasó el conflicto que la ciudad tiene con el nuevo estadio de la avenida de Cortes Valencianas, desde que este idea comenzó a gestarse en 2004, y expreso su deseo para que tras la victoria del Partido Popular en las últimas elecciones autonómicas y municipales "el nuevo gobierno local no dé un paso atrás y no flexibilice las condiciones que se han impuesto para que no se pierden las obligaciones que tiene Meriton y los derechos urbanísticos se inviertan en la ciudad y en el nuevo estadio".
Gómez denunció que en el proceso que ha conducido al punto actual en el que las autoridades tienen bloqueado al club hasta que no cumpla con sus obligaciones de acabar el nuevo estadio y levantar el polideportivo de Benicalap "la conselleria de Economía hizo todo lo posble por mantener viva la ATE, hubo un enfrentamiento entre el Ayuntamiento y una conselleria".
La vicealcaldesa en funciones recordó que Meriton "presentó un estadio de 45.000 espectadores, 'low cost'" e indicó que la respuesta de Urbanismo fue plantarse "porque no vamos a resolver un lío de 20 años para llegar a un punto y a un estadio peor del que anunciaron". Y se quejó porque entre la afición y determinados medios de comunicación "les compraron la película". "Nos han denunciado por tumbar la ATE. Eso indica su verdadera voluntad respecto a estadio y polideportivo", agregó.
Gómez indicó como advertencia a sus sucesores en Urbanismo que "el Valencia intenta presionar a su favor. Están intentando negociar y regatear tanto en el estadio nuevo como en la construcción del polideportivo de Nou Benicalap en cuya construcción quieren pasar de pagar de diez millones de euros a cinco sin desembolsar, además, el IVA".
Gómez destacó que Peter Lim, más pronto o más tarde, saldrá del club, entre otras cosas gracias a la firmeza de las instituciones. "Meriton pasará, seguro, no serán eternos pero necesitamos un día después para protegerlo y que sobreviva". Y resaltó que esas medidas de supervivencia son las que ha puesto en marcha la administración: "Se bloquean los derechos urbanísticos a favor de la ciudad, se condicionan los terrenos a acabar las obras del estadio. No pueden comercializar con el terciario sin acabar las dos obligaciones que tienen con a ciudad".
La política socialista mostró en un PDF durante su intervención en la charla diferentes imágenes del proceso de la ATE y puso especial énfasis en una fotografía del president de la Generalitat por aquel entonces, Alberto Fabra, y la actual presidenta del club, Layhoon Chan, en el Palau de la Generalitat donde en 2015 acordaron esa operación urbanística. "Meriton como máximo accionista ya estaba cuando se firma la ATE y ya sabía que tenía la obligación de acabar el estadio y el polideportivo. Lo acordó Alberto Fabra con Layhoon Chan. Se pasó de una edificabilidad de 89.000 m2 a una 125.000 m2. El uso de los derechos urbanísticos nunca estuvieron condicionados a cumplir con acabar el estadio y acabar el polideportivo. Siempre hubo riesgo de que vendieran los terrenos y no se invirtieran los beneficios en el estadio y el polideportivo", explicó.
La figura urbanística de la ATE "fue un pelotazo de 2007 en el que la ciudad recalificó los terrenos del Mestalla para financiar el nuevo, es el PAI de toda la ciudad donde más ladrillo se puede construir, la edificabilidad más alta. Se aprobó una recalificación total de 89.000 metros cuadrados por unos terrenos de uso deportivo. El presidente de aquel entonces Juan Soler hablaba de posibles compradores que pagaban 300 millones de euros; no sé por qué no vendió o porque no existían o porque esperaba sacar más dinero, no lo sé".
Preguntada por la posibilidad de si una de las soluciones para zanjar el problema era la sustitución del promotor, Gómez admitió que se lo había planteado, pero que es "la vía más complicada".
"Me lo he llegado a plantear, pero es una vía que complica todavía más el problema. Lo idóneo es que firmen el convenio, aunque esa opción no se puede descartar porque no se puede tener el estadio eternamente sin acabar", comentó Gómez, que puntualizó que "el pecado original es de 2005 cuando la ciudad renunció a ser el promotor del proceso. Se accedió a las exigencias del club y se perdió el control".
"Tengo poca fe y poca confianza, he planteado la posibilidad de estudiar esa figura, puede que sea el mal menor, pero es un mal al fin y al cabo", añadió Gómez que sobre el final de liga del equipo dijo que quería "un club que celebre quedarse en primera, quiero uno que celebre títulos".