VALÈNCIA. Truncado el sueño de Pablo Cuñat. El meta del Levante, cedido esta temporada en el Amorebieta, había fantaseado con jugar los Juegos Olímpicos durante una temporada en que Santi Denia, el seleccionador de la Selección Española Sub-21, había contado con él como pieza principal. Sin embargo, el meta entró en un bucle cuando, a pesar de un préstamo más que producitivo en el cuadro vizcaíno, las llamadas con La Rojita le pasaron factura en su equipo.
La llegada de Jandro para cambiar el rumbo del conjunto vasco, que acabó peleando contra pronóstico la permanencia en Segunda hasta la última jornada, propició un cambio en la portería. Con Cuñat llamado a filas de España y perdiéndose algunas jornadas por el parón FIFA que no afecta a la categoría de plata del fútbol nacional, el nuevo entrenador del Amore decidió apostar, de nuevo, por Jonmi Magunagoitia.
El meta era de una de las grandes figuras del ascenso a Segunda de la anterior temporada y Cuñat se había hecho con la titularidad desde el inicio. Eso y sus buenas actuaciones le ayudaron a ser reclutado por Santi Denia, que incluso le empezó a ver como arma principal bajo palos, por delante del portero del Atlético de Madrid B Alejandro Iturbe, que sí figura en la convocatoria para los Juegos de París. Junto a él, Arnau Tenas (del PSG) y Joan García (recién ascendido con el Espanyol).
No acudir a la cita olímpica era una posibilidad que ya aparecía en los planes de un Cuñat que, al tiempo que desapareció de la titularidad en el Amorebieta, también bajó escalones entre los favoritos de Denia. Ahora, el valenciano de 22 años parte como arquero de relevancia para competir con Andrés Fernández la próxima temporada en el Levante.