SAN PETERSBURGO. Perdidos, desnortados, desorientados. En definitiva sin identidad y sin hechuras por ningún sitio de nada que se parezca a un equipo de fútbol. El Valencia CF de Nuno ha entrado en una profunda depresión y es complicadísimo que el actual cuerpo técnico sea capaz de darle la vuelta a la tortilla y convertirlo en competitivo a corto plazo.
En Rusia, este martes, volvió a ser más de lo mismo. Una imagen muy pobre que empieza a ser la habitual en esta temporada 2015-2016 y que ha conseguido desesperar a la mayoría de valencianistas y desenganchar a otros muchos. El equipo no transmite nada y lo peor es el calendario que ahora le viene.
Nuno sorprendió con la inclusión en el once inicial del canterano Rafa Mir en sustitución del gallego Santi Mina partiendo desde el flanco izquierdo del ataque. El chico puso voluntad y dejó alguna buena acción, pero como el resto del equipo se encontró fuera de órbita.
En Rusia el Valencia CF volvió a no tener un plan ni una idea concreta de a lo que quería jugar. Alineó a once futbolistas que una vez saltaron al campo dependieron de una acción genial de André Gomes, de un chispazo de Feghouli, de que Alcácer encontrara algún balón perdido o de que Parejo estuviera inspirado a balón parado. De tener un plan, un sistema claro, un fútbol en el que se note algo de pizarra o algo precocinado en Paterna no hubo noticias. Por desgracia, ese es ahora mismo el panorama con el que convive el equipo de Mestalla.
Los rusos necesitaban un punto para amarrar la clasificación como primeros de grupo y salieron muy convencidos de lo que querían. El ambiente del estadio Petrovski les ayudó porque pese al horroroso frío el aforo estuvo prácticamente completo. Los primeros minutos Zenit buscó la portería de Jaume y la banda izquierda del ataque, la que defendía Cancelo volvió a ser el punto por el que los rivales atacan. Por ese perfil nació el primer tanto de Shatov en una acción en la que la defensa valencianista fue tan blandita que el error pareció infantil. El ruso solo ante el guardameta de Almenara no falló.
El Valencia CF no se repuso a ese tanto. No entró en el partido. Llegó en varias ocasiones al área de Lodygin porque tiene buenos futbolistas que en algún momento siempre generan algo. Pero un disparo de Mir y poco más fue la estadística ofensiva de los blanquinegros en ataque en el primer acto. El segundo comenzó con los rusos más replegados todavía y esperando al Valencia. Ese partido, que lo buscó el Zenit para salir a la contra con Hulk, hizo que los valencianistas tuvieran más el balón y se acercaran con cierto peligro al área rusa. Sin embargo, todo eso se resumió en un gol anulado a Mina, en un cabezazo de Feghouli a la salida de una falta y en un remate taponado de Alcácer. Poco. Muy poco para pensar que el equipo había dado la cara como afirmó el técnico en sala de prensa. A falta de 15 minutos aproximadamente Danny tiró una contra junto a Hulk, lanzó una pared de manual en la frontal del área con Shatov y posteriormente le regaló el segundo de la noche para el Zenit y la sentencia del partido a Dzyuba. Ahí murió el encuentro.
Los valencianistas bajaron los brazos y los rusos se gustaron a la contra forzando la expulsión de Vezo, cuando arrasó a Shatov para que no enfilara la portería de Jaume y tuvo varias opciones para haber hecho el tercero pero otra vez el guardameta valenciano fue de lo poco salvable del equipo.
Un partido más la imagen de los de Mestalla volvió a ser muy pobre. Un partido más Nuno demostró que ahora mismo está totalmente superado y sin argumentos para sacar la situación adelante. Es una evidencia que ve unos partidos muy diferentes al resto del mundo e incluso a los que ve el propio vestuario. Su crédito ante el valencianismo está agotado. En cambio debe ser Lim el que decida. Ahora toca Sevilla, Barakaldo y Barcelona. La Liga no permite más fallos si el singapurense quiere que el club pueda jugar la próxima edición de la Champions League.