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Se aplazan las competiciones, ¿cómo mantener la motivación para entrenar?

18/01/2021 - 

VALÈNCIA. Estamos en un momento donde la situación sanitaria está generando en las personas muchas preocupaciones, inquietudes e incertidumbre. La pandemia lo ha cambiado todo. Los deportistas acostumbrados a entrenar durante la semana de forma programada, en espacios abiertos o cerrados, en compañía de otros deportistas, en equipo muchos de ellos, han tenido que adaptarse a los protocolos establecidos para la seguridad de las personas, por su salud.

Se han tenido que adaptar la forma de entrenar. Mascarilla, distancia, espacios distintos a los habituales, entrenamientos individualizados en muchos casos, sin poder utilizar los vestuarios… dibujan un escenario diferente. Además, se han suspendido las competiciones. Lógicamente, la nueva situación está haciendo mella en la motivación de los deportistas.

Toda adversidad, dificultad, obstáculo o piedra en el camino es una magnífica oportunidad para crecer como deportista y persona. Ante la adversidad podemos seguir dos caminos, nos lamentamos y nos rendimos o vamos a por ella y nos enfrentamos viviéndola como un reto y un desafío. El entrenamiento psicológico cobra importancia en este momento de dificultad que vivimos. La mente también se entrena.

El rendimiento es un estado de ánimo. En IMEDUCV Alto Rendimiento Deportivo trabajamos con los deportistas enseñamos competencias emocionales que le ayuden a gestionar cualquier situación relacionada con su deporte. Ahora el escenario se ha complicado para el deportista. Quizás requiera de un asesoramiento emocional más que nunca para gestionar la nueva normalidad. Si la motivación disminuye pone en riesgo su preparación, el rendimiento cuando regresen las competiciones, pero también su bienestar emocional. El deportista necesita entrenar para sentirse bien.

Es una etapa en que el deportista debe mantener su ritmo y calidad de entrenamientos, aunque no sea para competir. Debe hacerlo guiado por otro tipo de motivaciones. Por seguir mejorando para ser mejor deportista, seguir elevando su nivel, seguir alimentando la cultura del esfuerzo, saber trabajar por metas aplazadas, ser más resiliente o más fuerte ante las dificultades, por ser fiel a unos valores propios del deporte, por seguir potenciando hábitos de vida saludable… Si es capaza de seguir entrenando de forma exigente aun no habiendo competiciones elevará su autoconfianza, autoestima y bienestar emocional.

Es un momento de dificultad que ofrece una gran oportunidad de aprender y entrenar la gestión emocional. El aprendizaje de competencias emocionales favorece el desarrollo deportivo y personal. El deportista necesita de competencias emocionales para desarrollar su talento, ser mejor deportista y poder cumplir su sueño de ser un deportista de élite. La preparación psicológica no va dirigida a deportistas que encuentran problemas, es un elemento más del entrenamiento que optimiza la preparación de cualquier deportista. Nadie nace enseñado a nivel emocional. El deportista necesita de un guía emocional para gestionar las situaciones que vive en el día a día y prepararse para desafíos de futuro. Quién mejor que un profesional cualificado como el psicólogo del deporte. Pero el aprendizaje emocional que el deportista realiza desde el trabajo psicológico en el deporte también tiene aplicación fuera del deporte, ayudándole en su preparación y desarrollo personal, en su bienestar emocional.

Sea cual sea el deporte, el deportista debe saber entrenar y competir desde el estado ideal de rendimiento, de forma que tenga la llave de su mejor trabajo o rendimiento óptimo. El rendimiento no puede verse zarandeado por las circunstancias, el deportista debe aprender a sujetar su estado emocional para ajustarlo y poder desatar su talento en los momentos más difíciles o exigentes.

Se pueden suspender las competiciones, pero el deportista puede seguir “compitiendo” cada día. Puede hacerlo si redefinimos qué es competir. Competir, desde nuestro punto de vista, es superación personal, es hacer el mejor trabajo, con el mayor esfuerzo, cada día. Competir es competir consigo mismo por aprender, mejorar, ser mejor, hacerlo mejor hoy que ayer y mañana que hoy, por vencer la falta de motivación, el desánimo… No hay excusa para desatar y expresar el talento, haciendo el mejor trabajo desde una actitud de máxima autoexigencia. Así pues, se suspenden las competiciones para se puede seguir “compitiendo” consigo mismo.

Desde IMEDUCV Alto Rendimiento preparamos al deportista, en formación o de máximo nivel, amateur o profesional, para que día a día mejore sus competencias emocionales y eleve su nivel deportivo. Ayudamos al deportista a comprometerse con su propio proceso de mejora y a buscar la excelencia deportiva y personal. Para ello no es imprescindible que sigan en marcha las competiciones oficiales.

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