Hoy es 6 de octubre
VALÈNCIA. El Levante es, desde el pasado sábado, campeón de Copa de manera oficial. La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) hizo público el reconocimiento oficial de un título, la Copa de España Libre del 37, que el club granota ganó ante el Valencia en Sarrià durnate la Guerra Civil española, a punto de emprender sus años más intensos. Era una copa que pertenecía al club y a cuya oficialidad la RFEF dio en su día la espalda al considerar que no fue organizada como tal por el propio ente. Y es que la disputa de este torneo en pleno conflicto bélico, cuando las competiciones nacionales se habían paralizado por decisión de la Federación (entonces FEF), fue propuesta por el entonces presidente del Valencia, Rodríguez Tortajada, una vez concluidos los campeonatos que sí se pusieron en marcha en territorio republicano -se jugó, por ejemplo, la Liga Mediterránea entre clubes de la Comunidad Valenciana y Catalunya-.
Es el resumen de un contexto socio político que, lejos de restar mérito a la consecución del título por la incomparecencia de la mayoría de clubes españoles -también se estudió que clubes de comunidades como Madrid pudiesen participar lejos de su área de influencia-, le otorga una mística especial por haberlo levantado en tiempos convulsos, durante un verano de 1937 en que muchos futbolistas, por edad, también tuvieron que ir al frente. Sea como sea, el paso del tiempo difuminó la correspondencia de un campeonato que también pasó por el beneplácito de la FEF. Es por eso que la Copa pertenece al Levante tras 25 años de trabajo para que ese trofeo, que luce desde hace tiempo en vitrinas granotas, fuera oficial.
"Siento mucha satisfacción", dice Emilio Nadal en los medios oficiales del club, responsable del Área de Patrimonio Histórico del Levante, a quien el expresidente levantinista Ramón Victoria puso sobre aviso de que quedaba una historia por contar. Inició así una investigación que ha llevado un cuarto de siglo, a base de aportación de pruebas y pegar con varias paredes pese a que el reconocimiento estaba aprobado en el Congreso de los Diputados. "Se hace justicia con aquel Levante FC, aquel Gimnástico y con el Levante UD, pero sobre todo con aquellos jugadores que desafiaron todos los condicionantes políticos y sociales. Jugaron aquella competición y la ganaron en buena lid", comenta Nadal.
"Han sido 25 años buscando y actualizando información, siento a aquellos jugadores como mi familia. Con algunas familias tengo bastante relación, pero me da mucha pena con ellos porque en realidad son ellos los que ganaron este título en el campo y ya no queda ninguno. Mi reconocimiento absoluto a aquellos héores", añade el principal responsable, más allá de aquellos futbolistas, de que el título figura en las vitrinas granotas. En aquel equipo jugaba, por ejemplo, Ernesto Calpe, padre de Antonio y Ernesto Calpe -el primero, leyenda del club, falleció hace casi dos años; el segundo sigue vivo y muy pendiente de su Levante-.
Emilio Nadal ha sido, en cualquier caso, el encargado de demostrar que la FEF sí tuvo que ver con aquel campeonato y que, por tanto, el Levante es legítimo campeón. "He sido muy pesado, he dado la paliza, me decían de broma que era una misión sagrada... Esto empezó como un sueño, cuando Ramón Victoria, presidente en en los 90, nos puso sobre aviso", recuerda Nadal, que admite que durante estos días se ha acordado mucho del expresidente: "Fue quien nos puso sobre la pista".
De quien también se acuerda el responsable del Área de Patrimonio Histórico de la entidad es de la Peña Tòtil, que también fue clave en los primeros años de investigación y lucha por el reconocimiento de la Copa. Nadal ya había empezado a trabajar, pero no se sintió solo. El título llega casi con 90 años de retraso, pero es un título que pertenecía a las vitrinas levantinistas. "Desde ahora el Levante es campeón de la Copa de España Libre y es algo para que todos los granotas lo festejemos", dice Emilio Nadal.