Si hubiera venido Rodrigo Rato

No deberíamos quejarnos porque al fin y al cabo contamos con la enorme fortuna de tener, ahora ya sí, a un inversor que le da viabilidad al club. Imagínate si Rodrigo Rato hubiera llevado a buen puerto su plan… En lugar de fichar a Cancelo se hubiera gastado el dinero en viandas para uso propio

11/12/2015 - 

VALENCIA. Querido diario, esta noche han eliminado al Valencia de la Champions a pesar de que el día del sorteo ya certificamos que pasábamos como primeros. No sé qué ha podido ocurrir, si nuestros vaticinios eran muy claros. Quizá el grupo fue demasiado exigente. Después de quedar eliminados a las primeras de cambio - una costumbre muy arraigada en el club desde hace más años de lo que pensamos- llega la tentación de quejarnos demasiado.

No lo hagamos. No deberíamos quejarnos porque al fin y al cabo contamos con la enorme fortuna de tener, ahora ya sí, a un inversor que le da viabilidad al club. Imagínate si Rodrigo Rato hubiera llevado a buen puerto su plan… En lugar de fichar a Cancelo se hubiera gastado el dinero en viandas para uso propio. De verdad, no nos podemos tomar el lujo de quejarnos. Seríamos unos desagradecidos si lo hiciésemos.

Tenemos que estar satisfechos de que tras un acelerado proceso de descomposición provocado por el anterior entrenador, el propietario, con toda la bondad, nos haya brindado la ocasión de que un mito del fútbol se estrene, por primera vez como primer técnico, en el partido en el que el Valencia se jugaba el pase a Champions. ¿Cómo pudo salir mal?

Podríamos quejarnos, porque siempre lo hacemos, de que estando el antiguo entrenador sentenciado (lo trajo un tal Mendes; menos mal que el propietario ha salvaguardado al Valencia de sus garras) no se hubiera tomado antes la decisión de buscarle recambio, quizá así se podría haber evitado un desenlace tan amargo en Champions. ¡Pero de qué sirven esos lamentos! Si se procedió de esa manera seguro que fue por motivos racionales. Imagínate, querido diario, lo que podría haber sucedido con Rodrigo Rato. Debemos estar satisfechos y no lamentarnos todo el tiempo.

Qué fácil dejarse llevar por el furor recriminatorio de creer que después de tantos millones gastados -todos con raciocinio, seguro que con un porqué- el Valencia debía haber obtenido algo más que seis puntos en su grupo de Champions. Que si una planificación deportiva caprichosa, que si muchos fichajes y pocos refuerzos… Es injusto, deberíamos estar más agradecidos de que Lim haya apostado por el club. Encima que se ha gastado el dinero, ¿por qué no va a poder emplear sus recursos en los entrenadores y jugadores que él quiera? Lo hacen todos, no seamos tan críticos. Ya sabíamos los riesgos que corríamos. Imagina si en lugar de Lim fuera Rato...

La gente se sorprende porque el Valencia caiga eliminado tan pronto. ¡Pero si es lo que viene haciendo desde hace ocho años, querido diario! Eso siempre que disputa Champions, que básicamente solo ha sucedido en este tiempo con Unai y con el entrenador que trajo Lim. Si ocurre lo mismo casi todos los años por qué hemos de pedirle ahora tanto a Lim. Ya hace lo que puede. No va a cambiar el club de repente, ¿no?

Cuánta crueldad con el propietario. Él pone toda su mejor voluntad y se está gastando su dinero, ¿cuánto ponen los demás? Lograr seis puntos en el grupo de Champions es decepcionante, sí, quizá faltó mayor seriedad en la planificación o simplemente tener un plan, pero quien no prueba no gana.

Lo importante, querido diario, es que Lim pone dinero. La seriedad en la gestión deportiva es menos relevante, porque al final todos hacen lo mismo. Además imagínate si estuviera Rodrigo Rato y sus testaferros…