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opinión

Sin fichajes improvisados

4/06/2019 - 

VALÈNCIA. Este equipo ilusiona hasta cuando no dejan de salir noticias sobre posibles ventas. Lo que tiene el optimismo y el saber hacer las cosas… Porque existe una suerte de calma general, de confianza ciega o de resignación profunda ante la posible salida de varios de los jugadores titulares de este año. Bueno, titulares tampoco tanto: quizá Rodrigo sea el caso más paradigmático, pero Piccini (suplente en la final), Santi Mina o Lato nunca han tenido una continuidad mínimamente garantizada, más allá de aquellos partidos en los que, por necesidad, debías hacer rotaciones. Luego están Murillo y Vezo, que algo dejarán de dinero o pueden servir como moneda de cambio en alguna que otra operación de mercado. Los otros cedidos, en cambio, salvo Racic, lo tienen muy complicado para todo. A esto hay que sumar aquellos jugadores que merecen comentario a parte: Rubén Sobrino, que costó hace seis meses la nada despreciable cantidad de 5 millones de euros y no quisiera hacer los cálculos de cuánto dinero ha costado cada minuto que ha jugado este jugador en el Valencia CF. Está claro que la necesidad, en situaciones puntuales, hace lo que hace, pero quizá otras opciones de mercado u otra manera de afrontar este fichaje hubiera sido menos perjudicial para la economía de un club que tiene que afrontar un importante pago antes del treinta de junio. Y en este caso suena todo un poco improvisado, al menos desde fuera.

Otro caso es el de Diakhaby, que ya está sonando para salir a otro equipo por una cantidad cercana a los 20 millones. Sinceramente creo que no has amortizado tanto este fichaje si consideramos que hace un año pagaste por él 15 millones y que se trata de un jugador muy joven. Ahora bien, si doblan esta cantidad, entonces un lacito en la cabeza y un grato reconocimiento por los servicios prestados. Ni más ni menos. Lo de Neto sí resulta llamativo, porque es una pieza clave en el engranaje y porque no parece que sea tan necesario hacer caja con él, salvo que la oferta sea mareante, que no parece el caso. Quizá nos estamos perdiendo algo en este asunto, porque si el futbolista ha dicho que no quiere irse y el Valencia CF no ve necesaria su venta, entonces no comprendo bien que esté sobre la mesa su salida.

Lo curioso es que, como dije, nadie tiene la sensación de estar ante un desahucio: el fútbol moderno es esto, al menos para los equipos que luchan por entrar en las más potentes esferas deportivas y económicas de Europa. No hay que tener miedo a vender, como no lo tienen muchos de los clubes que compiten en el viejo continente y disputan también finales o se llevan sus campeonatos a golpe de compromiso y acierto, al menos a la hora de encontrar los recambios oportunos, porque lo que sí tienen bien montada es su estructura de equipo y de club, con unos pilares dentro y fuera del terreno de juego que les permiten ir articulando, con piezas nuevas, su engranaje interior temporada tras temporada. Y esto es lo que debe hacer el Valencia CF y está en camino de hacerlo.

Fichar juventud está muy bien, porque estás poniendo tu parte de responsabilidad para un buen futuro, pero no nos podemos olvidar tampoco que el fútbol solo vive de presente y que también es necesario hacerse con algún futbolista hecho, que tenga hambre y experiencia, porque a veces ese factor (la experiencia) es más importante que tener la savia nueva de la juventud. Y me remito, en este caso, a Parejo, un jugador muchísimo mejor ahora que hace seis años, como es lógico.

Los fichajes deben de ser una solución y nunca un problema: no deben endeudar a la entidad, pero hay muchas maneras de provocar esto, porque si tú fichas barato y este jugador no ofrece rendimiento alguno, te sale caro más pronto o más tarde (su ficha, el pago de su carta de libertad, etc.) y estas pequeñas grietas económicas son las que acaban por minar la economía del club. Tú no te puedes permitir fichajes astronómicos, pero nos da igual, sinceramente, porque nuestra filosofía es otra muy distinta: si viene Maxi y hace veinticinco goles en liga nadie se acordará de Santi Mina o de Rodrigo, o de los dos. Si viene un lateral derecho que te dé seguridad atrás y sea decente centrando, tampoco lamentaremos la venta de Piccini y lo mismo digo del central o del portero o de quien sea. Y no es desprecio o indiferencia o desafección frente a la actual plantilla: por mí que se queden todos (alguno puede salir, tampoco pasa nada), porque se lo han ganado como titanes y porque también se han ganado nuestro reconocimiento y afecto, pero poco más que añadir a esto, porque el club debe subsistir y crecer al mismo tiempo y eso no es tarea fácil. Por eso es crucial fichar muy bien, o mejor aún: saber muy bien qué fichar para poder vender con más sentido y acierto. Y digo yo…qué bien suena todo ¿verdad? Lo que hace ganar títulos, competir, la Champions, tener un técnico de verdad, una gestión correcta, una secretaría técnica y tantas cosas de esas que hacen que un club de fútbol sea eso: un club de fútbol. Felicidades, Valencia CF, porque ese sí es un gran logro a estas alturas y después de lo que hemos vivido: ahora céntrate bien en el mercado y no fiches guiado por la improvisación.

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