VALÈNCIA. El playoff no da tregua al Valencia Basket. Solo 48 horas después de eliminar a Unicaja en los cuartos en el tercer partido que se celebraba en la Fonteta, el conjunto taronja tiene que afrontar las semifinales sin descanso ni preparación. Las séptimas en la vida de la entidad taronja. En la serie frente a los malagueños también tuvo solo dos días de descanso entre enfrentamientos por lo que el próximo lunes con el tercer partido de las semis ante el Real Madrid, Valencia Basket habrá jugado seis partidos en diez días. Un dato estremecedor para el estado físico de los jugadores.
Jaume Ponsarnau es consciente de esta limitación y ya aseguraba el martes tras el triunfo ante los de Casimiro que en Madrid no serán el mejor equipo que podrían ser en el caso de tener un poco más de descanso. Sus jugadores tienen que afrontar una serie contra uno de los mejores equipos de Europa con un único entrenamiento de tiro la mañana de antes del partido. El técnico dio ayer libre a sus jugadores, machacados tras el desgaste de los cuartos, y salieron hacia la capital a las 19:00h.
La peor noticia posible para Valencia Basket es que Matt Thomas no llega para las semifinales aunque ha viajado con el equipo. Con tan poco espacio entre eliminatorias el escolta no se ha podido recuperar a tiempo pese a que cada día va a mejor. En este sentido, Ponsarnau apuntaba a que prefiere tener a 12 jugadores sanos a su disposición y dejar al escolta norteamericano al margen. Eso sí, hay jugadores que tampoco están al cien por cien de su físico. Van Rossom ha tenido problemas en el isquio y Tobey sufrió un golpe en el hombro contra Unicaja. Salvo contratiempos, todos estarán disponibles. La aparición en la rotación de hombres como Alberto Abalde, que se redimió en el segundo y tercer choque de cuartos, y en momentos puntuales de Rafa Martínez, permitirán al técnico taronja oxigenar un poco a sus jugadores.
Después de conseguir algo histórico en el Valencia Basket como fue remontar por primera vez una eliminatoria que empezaba con un 0-1, la plantilla demostró sobradamente que tiene hambre de mucho más. Aunque las piernas vayan a pesar, no han llegado hasta semifinales con muchos factores en contra para, en este punto, bajar los brazos frente a los de Pablo Laso. Los líderes de la temporada regular finiquitaron los cuartos ante Manresa con un 2–0 más que plácido. Cuatro días de descanso que les permitirá llegar más frescos y con mucha más preparación tanto a nivel táctico como de scouting.
El conjunto taronja buscará repetir la machada de hace dos temporadas para tratar de robar el factor cancha y devolver la serie a la Fonteta con una vida de más. En las finales de playoff en las que Valencia Basket acabó levantando el título por primera vez en su historia el equipo consiguió empatar la eliminatoria en el segundo partido en el Wizink Center. El objetivo es el mismo: tratar de sacar un partido en la capital.
Este Real Madrid viene necesitado y el conjunto taronja lo puede aprovechar. Para evitar una temporada negativa, a los blancos les urge repetir campeonato de liga. Este año cayeron en la final de la Copa del Rey frente al Barça y en las semifinales de la Final Four de la Euroliga ante el CSKA de Moscú. Ganar un título para el Madrid es una 'obligación'. Para Valencia Basket, sin embargo, es una ilusión. Con el billete para la Euroliga conseguido y la Eurocup ondeando en el cielo de la Fonteta, la Liga es un sueño que los jugadores han demostrado que quieren realizar.