VALÈNCIA. El número cuatro del mundo Jannik Sinner fue el protagonista de la semifinal de Copa Davis entre Italia y Serbia que remontaron los transalpinos gracias a las victorias sobre Novak Djokovic, tanto en el dobles como en individuales, cuando llegó a remontar hasta tres bolas de partido al serbio.
La clase magistral de Sinner en la edición de Copa Davis 2023 que se disputa en Málaga se cuela en la historia de la competición, pase lo que pase en la final entre Italia y Australia de este domingo.
Por nivel de juego mostrado ante el favorito y estrella del torneo, Novak Djokovic, el italiano se ganó la condición de héroe para su país y, además, logró además algo que nunca nadie había conseguido contra el serbio. Es el primer jugador de la historia en vencerle después de superar tres puntos de partido.
Tuvo la capacidad de levantarse de la lona cuando parecía noqueado, con el marcador dictando el 5-4 y 40-0 en el último set. La afición serbia ya se preparaba para celebrar la clasificación a la final y sorprendió a todos.
Cuando certificó la victoria, arrancó el aplauso y la admiración del público del Palacio de los Deportes del Martín Carpena, con una buena representación de italianos.
Sinner se había enfrentado a Djokovic dos veces en las recientes Finales ATP de Turín, con una victoria en fase de grupos y una derrota en la final. Ahora, se ha tomado como revancha en esta Copa Davis. A lo grande: tanto en el individual (6-2, 2-6 y 7-5) como en el dobles junto a Lorenzo Sonego (6-3 y 6-4).
Es decir, que el diestro de 22 años puede decir que ha ganado al mejor tenista del mundo hasta tres veces en los últimos doce días. Ha encontrado el antídoto para frenar al 24 veces campeón de un grande, que ya le piropeó durante la semana apuntando que "será campeón de Grand Slam y número uno del mundo".
Sus potentes derechazos, los saques a más de 200 kilómetros por hora y su habilidad y consistencia en pista han aumentado aún más cuando se ha puesto la camiseta de Italia.
Sinner representa, junto a Carlos Alcaraz (20 años) y posiblemente Holger Rune (20), una nueva generación de jóvenes llamados a marcar una nueva etapa del tenis mundial. Es un hecho que pronto terminará el triunvirato Federer-Djokovic-Nadal, del que ya se ha retirado el primero.