Entramos en la recta final del mercado. La secretaría técnica está trabajando a destajo para que los números cuadren y así se puedan hacer incorporaciones. La prioridad ha sido sacar a los jugadores que entendía el club que debían salir por su alto coste, su bajo rendimiento, y en algunos casos, por ser nocivos para el vestuario...
VALENCIA. Entramos en la recta final del mercado. La secretaría técnica está trabajando a destajo para que los números cuadren y así se puedan hacer incorporaciones. La prioridad ha sido sacar a los jugadores que entendía el club que debían salir por su alto coste, su bajo rendimiento, y en algunos casos, por ser nocivos para el vestuario. Cinco eran los futbolistas de obligada salida: Alves, Santos, Enzo, Negredo y Abdennour. Cuatro ya han marchado y tan solo queda el central tunecino. El desahogo económico ha sido tal tras las cuatro salidas, que con Abdennour el Valencia se lo va a tomar con calma. Van a esperar hasta el final del mercado hasta que llegue una oferta medianamente digna y si no llega, el zaguero formará parte de la plantilla. En este caso, el club no va regalar al jugador como así ha ocurrido con Negredo, Alves y Enzo.
No ha habido manera con Aymen. Todos los que lo seguimos en el Mónaco esperamos de él una regularidad. No nos vale un partido bueno y dos malos. No nos vale un partido notable contra el Barça si luego acaba cometiendo el penalti, que supone la victoria del equipo catalán. En pretemporada también ha dejado lagunas, ha sido uno de los jugadores con peor rendimiento. La salida de balón no es su fuerte, aunque siendo sinceros, no es un requisito para un central. Sin embargo, en el apartado físico, que sí que es una de las parcelas que debería dominar, se ha visto superado por rivales que eran más rápidos. En el aspecto táctico ha estado desubicado y en momentos puntuales ha medido mal tanto en sus entradas por bajo como en sus remates de cabeza. Recuerdo que en el Mónaco se las llevaba todas. Es difícil de explicar qué ha pasado con este jugador.
Con Marcelino, que juega con una línea de atrás adelantada y quiere que el equipo saque el balón jugado, Abdennour lo tiene complicado. En el Mónaco de Jardim, en ese equipo más replegado sí brilló, pero ahora mismo, cuesta creer que vaya a mejorar con el fútbol que quiere hacer Marcelino. El Valencia se ha convertido en el club de las eternas oportunidades, sin embargo, hay un problema de fondo y es que el salario y el coste de amortización de Abdennour, tras las salidas de Enzo y Negredo, son de las más altos de la plantilla. Deportivamente, otros zagueros pueden ofrecer el mismo o mejor rendimiento a un precio más asequible.
Solo le queda una salida importante a la secretaría técnica y es la de Abdennour. Veremos si son capaces de conseguirlo. Supondría un paso clave para esa reestructuración de la plantilla, que pretenden hacer entre este verano y el de 2018. En el apartado de salidas, el club ha dado un paso de gigante con la venta de Negredo y los objetivos se están cumpliendo, se han liberado fichas importantes, el Valencia tiene colchón para incorporar jugadores y ahora ya ha llegado el momento de reforzar el equipo.