Verán, decidir por la continuidad o no del entrenador actual en Singapur, mientras el implicado está en Singapur, cayendo bien a todo aquel que saluda en Singapur me resulta una cuestión bastante preocupante y turbia...
VALENCIA. Tengo una buena noticia que darles, queridos lectores. Esta semana no tendremos bronca por el resultado. No hay jornada 39 y nuestro suplicio acabó hace justo una semana. De hecho, las fuerzas vivas andan por la casa del dueño ofreciendo imagen y, espero, captando patrocinadores que aumenten la cuota de ingresos del club. Que algo habrá que hacer con los ingresos atípicos, visto que el pasaporte este año no lo vamos a usar.
Pero mientras el boato pulula por Singapur, con publirreportajes remitidos (habría que ver cual es el impacto en los medios asiáticos para alcanzar a ver la dimensión de este viaje), aquí andamos cara al final del mes de mayo sin nada que decir con respecto a la cuestión que más nos ocupa y preocupa: el entrenador.
Nos cuentan que en breve habrá fumata blanca, y que Pako es el mejor colocado. De hecho, es por el que apuesta Suso en esta economía de poca caja que parece que nos va a tocar vivir la temporada que viene. Y todo esto nos llega con El Arrebato atronando en nuestras televisiones y dos finales en el horizonte que veremos por televisión en las que hace algún decenio éramos protagonistas.
Y me suena un poco a biscotto esto de la decisión del entrenador. Verán, decidir por la continuidad o no del entrenador actual en Singapur, mientras el implicado está en Singapur, cayendo bien a todo aquel que saluda en Singapur me resulta una cuestión bastante preocupante y turbia. Puestos a mandar a alguien del cuerpo técnico, Phil Neville, con pasado deportivo y relativamente más reconocible, podría ser la imagen del cuerpo técnico, mientras sigue aquí Ayestarán, en igualdad de condiciones con el resto de sus candidatos. Es como si ustedes fuesen candidatos a un puesto de trabajo junto con mi persona y yo tuviese la posibilidad de tener una entrevista personal y ustedes no. E incluso, después de esa entrevista, irme de cañas con el reclutador de turno, mientras ustedes están comiéndose las uñas porque todo depende de su hoja de vida y servicios.
Aunque también cabe otra posibilidad, más maquiavélica, fruto de mi mente oscura cincelada a golpe de literatura política. Cabe la opción que Suso, alquimista, plantee la opción de Pako con la particularidad económica como gran argumento, en plan así: "Señores, como viene un descenso de ingresos y vista la reestructuración que ha de sufrir la plantilla, de todo el importe X a invertir, conviene gastar Y en este tipo de jugadores y la X restante en el cuerpo técnico. A mí me gustaría contar con Fulanito, Menganito o Zutanito porque dispongo de informes favorables y alguna reunión he tenido con su entorno y se muestran partidarios a venir. Pero como la caja está como está, nos toca decantarnos por propuestas técnicas más asequibles y, antes de traer a otro entrenador con un perfil similar, la opción Ayestarán encajaría, con el plus de conocer bien la casa, el entorno y ser un entrenador con metodología moderna y bien preparado. Sería una apuesta arriesgada pero vistos los números, propongo esa opción. Si los números cambian, mis alternativas serían otras".
Evidentemente, es una dramatización. No tengo de nadie que me chive estas cosas. Simplemente fantaseo con un club con las cosas bien hechas y que mira realmente por tener un proyecto serio, responsable y que la hoja de ruta no sea como el embrague de un coche, metiendo la pata y haciendo los cambios, que es lo que parece. Ahora, lo que sí estaría bien es que estas cosas se sepan lo antes posible con el fin de comenzar a planificar de verdad la temporada, no dejando nada al azar y valorando sesudamente todas la variables a la hora de contratar jugadores sin pensar solo en lo que tienen en los pies y valorando muy mucho lo que tienen en la cabeza.
Y así, cuando más pronto sepamos si hemos de sacar pecho en la batalla o permanecer agazapados afilando la espada, mejor para todos. Que el Twitter está lleno de minas y de gente que nos tiene ganas.