Hoy es 8 de octubre
VALÈNCIA. Existe una creencia generalizada -bien trabajada desde la noche de los tiempos- de que a la hora de hablar sobre la selección española sólo pueden ser tenidas en cuenta las opiniones periodísticas vertidas por la prensa nacional (o sea con sede en Madrid y difusión en todo el territorio nacional).
Desde hace "ni se sabe" que cuando un seleccionador dejaba fuera a determinados jugadores para incluir a otros más del gusto del entorno mediático del equipo nacional, y cuando esas ausencias eran comentadas por la prensa de cada ciudad, eran descalificadas con el apelativo de "localistas" y con un rosario de frases hechas que justificaran el peso de su presión.
"Es la selección de todos, no hay espacio para reivindicaciones locales", "cada español lleva dentro un seleccionador pero sólo uno puede elegir y hay que ir a muerte con este equipo", “hay que apoyar a los que estén y no fijarse en el que no va”, y un largo etcétera de sentimiento patrio cuya fórmula era un 95% de madridismo y un 5% de adhesión rancio-patriotera (que siempre vende). Entre otras cosas, porque el "entorno mediático de la selección" siempre ha sido en un altísimo porcentaje el de los mismos periodistas que cubren a diario la información del Real Madrid (a más de los nuestros, más dominio del caudal de información).
El tema del patriotismo sin concesiones se les empezó a torcer cuando toparon con las santas gónadas de Don Luís Aragonés (qepd) y la exclusión de Raúl González Blanco del equipo nacional. La campaña que tuvo que soportar el Sabio de Hortaleza fue tremenda por lo intensa, vejatoria por la premeditación con la que se actuó y tercermundista en cuanto al nivel argumental exhibido. Pero hete aquí que Luis formó un equipazo que ganó el europeo con la gorra jugando el mejor fútbol que se recuerda en años en esta competición. Dicen algunas voces maledicentes que algunos medios "nacionales" gastaron ese verano más en Almax que en dietas para sus enviados especiales al evento.
Dejar fuera a Sergio Ramos y no haber convocado a ningún madridista para la Euro de este verano ha dado alas a los del "es el equipo de todos, no caben los localismos" para iniciar desde ya una campaña contra Luis Enrique en la que todo vale. Del "todos llevamos un seleccionador dentro pero sólo uno elige y hay que estar a muerte con este equipo" se ha pasado a calificativos como "burla", "lista despropósito", "demente" y un largo etcétera de lindezas. Les acompañan líneas argumentales que parecen cocinadas en el fondo Sur del Bernabeu en los años 90 pidiendo que Ramos vaya "aunque esté cojo porque es mejor que todos los que van", pese a que el propio central haya aclarado en sus redes sociales que no está en condiciones de competir.
Hemos pasado del "la noticia son los 24 que van, no el que no entra en la lista" a que Ramos sea el argumento central de la censura a la labor de Luis Enrique (lo de Iago Aspas es ingenioso, pero es un mero acompañamiento para justificar la presencia del pelotón de fusilamiento). El 90% de los que dicen "no critico porque no esté Ramos, critico porque no me gusta la lista" no cargarían con tanta vehemencia si estuviera el camero. Eso lo saben dos: los vivos y los muertos.
Luís Enrique ha despertado en algunos la beligerancia más abrupta de los tiempos de Clemente (cuya base, aunque siempre lo nieguen, fue que borrara a la Quinta del Buitre del equipo nacional). Lucho va a ser el nuevo pasatiempo de algunos, el nuevo pim-pam-pum de los teatrillos mediáticos merengones (ya no hablo de algún agujero infecto que compite en horas y argumentos con la teletienda). Se ha abierto la veda y todo vale. Y además le van a estar esperando por renovar la selección aquellos que se han pasado años diciendo que hacía falta un relevo generacional el equipo español.
Y no digo yo que la lista sea perfecta, ni mucho menos. Como a usted o a cualquier hijo de vecino me sobran algunos y echamos de menos a otros. De ahí al linchamiento que se está produciendo media un abismo. Y como este es un equipo en transición hacia una nueva generación y con un futbol español más pobre de recursos (consecuencia de un campeonato cada vez más pobre), es muy probable que España (ojalá me equivoque) no tenga un periplo muy exitoso en esta Euro. Y ahí va a haber la misma condescendencia con el seleccionador que la que tuvo el televoto con Blas Cantó el sábado pasado en Eurovisión.
Eso sí, si eres de provincias no se te ocurra hablar de la selección, que ese es el coto privado de algunos. Lo que tienes que hacer es estar "callao", que Callao es una plaza de Madrid.