Durísimo. Trabajadísimo. Enorme partido por el bronce entre Pablo Carreño y Novak Djokovic. El español, número 11 del mundo, lo dio todo para hacer realidad su ensueño del metal olímpico ante el número 1 del mundo. Y jugó el asturiano con consistencia, con paciencia cuando la necesitó, con buenos golpes, con una tranquilidad que alteró al balcánico. Carreño rozó ya el metal en el tie-break del segundo set. Tuvo el match point, pero Nole le dio la vuelta para forzar la tercera manga. Un set que supo apuntalar el gijonés y que acabó cerrando tras seis bolas de partido. Carreño se impuso 6-4, 7-6(6) y 6-3 tras 2 horas y 47 minutos de un partido dramático, pero que se cerró con la medalla de bronce para el tenista español.
Toda la presión la tenía Novak Djokovic. El número uno del mundo se quedó fuera de la final olímpica, en la que presumiblemente iba a estar su nombre cuando arrancó el torneo, pero Alexander Zverev le dejó fuera. KO de Nole en semifinales. Y Carreño, que iba lanzado hacia esa puja por los metales, se topó con el ruso Karen Khachanov. La puja del serbio y del español era por el bronce. Lo dicho la presión para el dominador del circuito ATP. Y Carreño jugó desde el principio sin complejos, con ambición, con ganas de tumbar a Djokovic y adjudicarse ese metal olímpico en la lucha por el tercer y cuarto puesto del cuadro individual.
Pasó ciertos apuros en el arranque al primer servicio de Djokovic. Pero el asturiano se creció, confió en su juego, buscó al serbio y consiguió la ruptura del servicio del balcánico en su tercer saque. Más entero se proyectaba el tenista gijonés. Novak no acababa de encontrarse cómodo. Anunció antes de comenzar los Juegos que llegaba exhausto mentalmente.
Carreño recuperó su solvencia y consistencia, la que le faltó ante Khachanov, y en el octavo juego se puso 3-5. Lo tenía contra las cuerdas en el primer set. Pero Djokovic, pese a la intensidad del español, ajustó la manga. Cogió oxígeno el serbio. Y se fue a por el break en el décimo juego. Carreño se vio en apuros y salvó dos bolas de break para igualar (del 15-40). Cerró el español consiguiendo la ventaja y con un ace para el 4-6 tras 49 minutos.
Decía Sergi Bruguera, seleccionador español, que lo importante tras las semifinales era la capacidad recuperación respecto a la derrota. Y Carreño se notaba con buen pulso. No tanto Nole, pero no dejaba de ser el número uno mundial y cualquier detalle o situación podía darle lo suficiente para zarandear el partido. La segunda manga comenzó igualada y el español y el serbio se apuntaron sus dos primeros servicios para el dos iguales. Djokovic logró seguir defendiendo su servicio y se supuso 3-2 cuando llegó el receso intermedio.
Pablo Carreño reanudó al servicio. Empezó con un winner con un revés cruzado muy propio. Con todo, el serbio le hizo ganarse el juego. Y así lo hizo el asturiano. Poco a poco. Tranquilo. Compitiendo bien. Intentando no caer en errores no forzados, porque el balcánico puede anularte con lo más mínimo. Y el español igualó ganando el sexto juego. No cedió luego Djokovic con su saque. No falló luego en su servicio Carreño. Igualdad para el 4-4. El serbio ganó el siguiente juego y se puso con un 30-0 para el break, pero Carreño lo levantó para igualar (5-5).
Se puso por delante el número uno del mundo, pero Carreño (11) forzó el tie-break. Djokovic armó una ventaja de 4-1, pero el español respondió bien para con un paralelo igualar a cuatro. Notables los dos jugadores, vaciándose, si no lo estaban ya después de una temporada larguísima, trabajaron cada punto. Carreño tuvo el match point con 5-6. Pero Djokovic le dio la vuelta al tie-break para el 7-6 (6) tras 63 minutos. Rozó Carreño el bronce, pero el serbio forzó el tercer set.
Djokovic rozó el break para empezar la tercera manga. Pero Carreño, trabajador, serio, firme, competitivo siempre, le dio la vuelta para no perder el saque. Cansado y nervioso, el serbio llegó a lanzar la raqueta a la grada en uno de los puntos. A más fue el asturiano consiguiendo el break. Aprovechó luego su servicio el español y Nole respondió con un grito al cielo desesperado y rompiendo la raqueta contra uno de los postes de la red. El juez le amonestó. Pero Carreño se ponía 0-3.
El tenista gijonés le peleó el siguiente juego al serbio, que aguantó el servicio. Lo que sí logró el jugador español fue hacer suyo el siguiente juego con su saque para ponerse 1-4. Djokovic restó con su servicio. Y Carreño construyó un juego en blanco para ponerse 2-5. A un juego de adjudicarse el bronce. Al saque, Djokovic. Resistió el serbio. Pelearon el siguiente servicio del español. Y Carreño resistió porque Djokovic no cedía. Llegó a tener bola de partido. El serbio no se lo concedió. Respondió el español con un ace para tomar ventaja y tener bola de partido de nuevo. Erró en el revés. Iguales. Djokovic resistía y acumulaba cuatro ocasiones salvando bola de partido. De nuevo Carreño afiló su saque. Quinto match point. Y Nole lo aguantó. Y a la sexta sí para el 3-6 tras un dramático partido. Bronce para el gran Pablo Carreño, que se fundió en un abrazo con Djokovic.