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LA OPINIÓN DE LOS EXPERTOS

"Toca arrimar el hombro, salvar la temporada y en mayo ya sacaremos cuentas"

Vicente Bau, Josep Lizondo, Vicent Molins y José María Peris analizan la derrota en Mestalla ante el Sporting

1/02/2016 - 

VALENCIA. El Valencia perdió ante el Sporting y se acerca peligrosamente a los puestos de descenso, tras un partido que dominó pero donde no materializó sus ocasiones.

Los colaboradores de Plaza Deportiva muestran su visión del encuentro.

VICENTE BAU

LA LOCURA

Y apareció un Danilo que ocupaba la posición de Parejo. Era el único hombre ·raro· sobre el terreno de juego. Y sí, apareció de pronto para cometer un penalti tan justo como absurdo. Y el Sporting aprovechó esa 'regalo'. El cuadro asturiano se adelantó en el marcador y así se marchó al tunel de vestuarios al final del partido. ¿Y el Valencia? Pues hasta el penalti era el claro dominador del partido. Jugando con ritmo, con poca mordiente -evidente-, pero con la sensación de que en cualquier momento iba a liquidar el partido a su favor. Pero no fue así. En lugar de aparecer el gol del Valencia apareció un ingenuo Danilo y ahí se acabó todo. ¿Todo? Pues sí, todo. El Valencia buscó el empate con empuje y muchos nervios y se topó o bien con una eficaz defensa del Sporting o bien con un Álvaro Negredo que falló lo impensable. Pésimo resultado pensando en la Liga y en la próxima visita del Barça en la Copa. Y lo peor de todo es que hasta esa 'locura' de Danilo estábampos viendo -posiblemente- al mejor Valencia de la temporada. El resumen es obvio. Un Valencia más hecho cede su primera derrota en casa... la locura, vaya, un pésimo aperitivo pensando en la semifinal de Copa.

DESMEMORIATS

Tal vez, de todo lo visto, hoy no sea el día más indicado para matar a nadie. Pero lo cierto es que se sigue sin ganar, hundiéndose poco a poco en el fango. Y el temor mayor no es ese, el temor mayor es detectar ese grado de irrealidad instalado en ciertos lugares. Jugadores que aún hablar de recuperar posiciones y acabar en Europa o de entrenadores que dicen estar convencidos que se ganará algún día. Toma, pues claro, el tema es ganar ya, Gary, que estás a seis puntos del descenso (o cinco, dependiendo de la jornada del lunes). 

Es cierto que el partido, hoy, lo hubieras solventado fácilmente con un mínimo de acierto. Pero, repetimos, el problema no es hoy, es el histórico. Dada la situación flaco favor nos haremos si en lugar de quitar piedras del camino nos dedicamos las jornadas a ponerlas. Si ese es el plan, cuando nos demos cuenta, el partido del próximo domingo será ante el Llagostera. Ahora es momento de apretar el culo, y salir a la calle a empujar desde el minuto 0. Ahora, y no cuando nos veamos a dos puntos de la zona roja. Porque ahora no tenemos a Barajas, ni a Marchenas, ni a Villas, ni a Matas. Ahora tenemos a púbers y a jugadores renqueantes que no están preparados mentalmente para entrar en un lugar donde además de todo lo otro empiezan a jugar factores como el miedo y la ansiedad. 

JOSÉ MARÍA PERIS

Preocupación. Mucha. O relativa, si quieren. Por la dinámica, por los resultados y, sobre todo por las sensaciones. Un equipo falto de ideas, sin ninguna alternativa de ataque organizado canalizado, viviendo de los arranques del que ha dormido con edredones valencianistas como es Gayá y de las desbocadas con la cabeza gacha de Bakkali que, a día de hoy, tiene más de Sánchez-Torres que de Vicente. El equipo se nota atenazado, miedoso y agarrotado. Incluso con esa dosis de fortuna en contra que magnifica cualquier error, cualquier falta de puntería, cualquier medio segundo tarde. Eso son las sensaciones.

La realidad es que el equipo está a seis puntos del descenso. Que el bálsamo numérico de no perder en Mestalla se ha acabado con el gol de Sanabria. Que el Sporting, al que en la primera vuelta le ganas en el último minuto, es uno de los espejos donde ha de mirarse el Valencia. Sí, el espejo. Un equipo con los conceptos claros, de los que crecen desde el rigor defensivo y dominan a la perfección cuatro conceptos básicos para vender cara la derrota y defender con uñas y dientes cualquier botín. Y que, como siempre, el lanzarse los trastos a la cabeza unos a otros no va a servir para sacar la patata del horno sin que se queme. Toca otra cosa, arrimar el hombro y salvar la temporada, signifique eso lo que signifique. Y en mayo, ya sacaremos la cuenta.

VICENT MOLINS

Un partido muy complicado para analizar porque se entremezclan las consecuencias con las causas. El Valencia mereció ganar, con solvencia, como lo hacía la temporada pasada, como lo ha hecho casi siempre en su historia ante rivales de poca oposición. Pero su espiral, una mezcla entre la desidia, el dejarse llevar, la inoperancia, ha hecho que los futbolistas estén tan inseguros que lo fácil resulta imposible. Iba a tener razón Neville, el equipo aún no está preparado para ganar. El problema es que no parece próximo el momento en que lo esté. Un partido de derrota injusta para confirmar que, al menos en Liga, el Valencia es equipo de media-baja sin más aspiración que no meterse en problemas. Pero todo está bien y lo de Neville es normal.

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