Todo será diferente

VALÈNCIA. Mañana es 12 de marzo. Viernes 12 de marzo. En un año cualquiera, estaríamos ante el oficioso pistoletazo de salida de la semana grande del Cap i Casal. Y digo oficioso porque cayendo San José en viernes, mañana, a la salida del trabajo, ya estaríamos en ‘modo Fallas’. La alegría que esos días invade nuestras calles es incomparable hasta para los que no formamos parte -todavía- de ninguna comisión. La ciudad brilla. Y lo hubiera hecho aún más si esta sonrisa colectiva hubiese estado aderezada, además, con la disputa del derbi, con el cara a cara entre Levante y Valencia, entre granotas y chés. Incluso por ponerle un poco de picante para aquellos que no entienden este tipo de envites sin un mínimo de vacile, el partido en el Ciutat entre los sapos y los xotos. Vamos, que la primera noche de Fallas hubiera sido larga con la excusa -cualquiera siempre es buena- de que tu equipo le ha ganado al de enfrente. 

Desgraciadamente, mañana nada será así. Ni habrá ambiente en los aledaños del estadio, ni los aficionados poblarán las gradas ni las calles desprenderán olor a pólvora… y a las 22.00 horas todos tendremos la obligación de estar en casa. Nada será como debería. Desde el punto de vista blanquinegro ni siquiera la clasificación actual ni el favoritismo previo lo son. Sobre el papel, con la historia en una mano y con los presupuestos en la otra, que el Levante esté por encima del Valencia en la tabla y que, los de Paco López sean -mínimamente- favoritos es difícil de explicar para alguien que siente el murciélago en el escudo muy dentro de su corazón. Sin embargo, a día de hoy esa es la realidad. Las ausencias de cuatro titularísimos en los visitantes aumentan más si cabe las opciones azulgranas pese a que, por supuesto, a partir de las nueve sobre el césped puede suceder cualquier cosa. 

Por suerte para los valencianistas, los de Javi Gracia no llegan con el agua al cuello como todo parecía apuntar sobre el minuto 80 del choque frente al Villarreal. Sin los tres puntos sumados en el último suspiro ante los amarillos, la necesidad complicaría sobremanera el planteamiento del encuentro. Pero el gol de Guedes hace contemplar el horizonte con una perspectiva diferente. Y es que, para que nos hagamos una idea, si los Lato, Oliva, Gameiro y compañía consiguieran sumar los tres puntos, el conjunto de Mestalla, el mismo sobre el que cuesta encontrar buenas palabras, se situaría por encima de un Levante que ha estado a una prórroga de hacer historia. Cosas del fútbol. 

Un fútbol que no deja de sorprendernos día a día. Como lo hizo la pasada semana con la aparición en escena del Príncipe de Johor quien por el momento no está y a quien, en cambio, ya se le empiezan a atribuir los primeros nombres para su teórica estructura deportiva. Inseparable para su alteza es Martín Prest. El argentino rompió su silencio el pasado lunes en Radio Marca y a partir de entonces ha protagonizado otras tantas apariciones. Lo cierto es que el responsable deportivo atiende amablemente a los medios sin apenas poder decir nada. Nada concreto, quiero decir. Veremos cómo evolucionan los días  y si con el transcurso de las semanas las palabras y las stories de Instagram se traducen en hechos. Pero mientras tanto, tengamos el foco en lo importante. Mañana otro derbi. Y el valencianista quiere ganar.