Hoy es 11 de octubre
VALÈNCIA. No todos los días se tiene la oportunidad de ser pioneros en un deporte. Sin embargo, los practicantes del fútbol en silla de ruedas el A-Ball, pueden presumir de ello. De poner en marcha una nueva disciplina para el deporte de adaptado, de desarrollarla, mejorarla, darla a conocer y ponerla al servicio de gente amante del fútbol que hasta ahora no podía practicar su deporte favorito. Una idea del ex futbolista Fernando Giner con algunos apoyos extras (como vamos a descubrir en esta entrevista), lo ha hecho posible. Pero además, la persistencia -entre otros- de nuestro protagonista, Toni Falcó, ha hecho posible que además de poder practicarse esta nueva disciplina, también se pueda competir gracias que ya hay una liga para ello. Falcó, es además de precursor y pionero con el A-Ball, el entrenador del equipo de esta disciplina de la UPV.
Antes que nada, explícale a los lectores que aún no sepan ¿Qué és el A ball, de qué se trata?
El A-Ball es un deporte nuevo, un deporte creado aquí en Valencia en donde la palabra misma juega con la fonética inglesa de “to be able”, o sea “ser capaz de” . En este caso ser capaz de jugar al fútbol y se jugó con con la idea de utilizar la “A” con un guión delante del vocablo inglés “Ball” de pelota, y la pronunciación de “able) de la palabra o del verbo “to be able”. Quería significar que la gente en este caso es capaz de jugar al fútbol en silla de ruedas, y fonéticamente son muy parecidos “eibol”.
¿Cómo nace, a quién se le ocurre?
La idea inicial surge en un partido del Valencia Club de Fútbol en el que al finalizar el jugador Fernando Giner, actual presidente de la Asociación de Futbolistas del Valencia y de Leyendas de España, le firma un autógrafo a un niño que va en silla de ruedas y le viene a la mente de qué manera podría ayudar a que la gente que va en silla de ruedas pudiera también disfrutar del deporte del fútbol que tanto les gusta. Entonces tiene una primera idea, incluso un boceto, de hace muchos años donde le añade a las sillas de rueda como una especie de pinzas en la base. Y bueno, esa es la idea inicial y la idea primaria, que por la amistad que tiene Fernando Ginér con César Iribarren, el director del área de deportes de la Universidad Politécnica, y que a su vez presentan, a don José Bernardo Noblejas, el dueño de la empresa Ortoprono, y que junto con César y Fernando, desarrollan un mecanismo llamado EOOS que es el que permite jugar al fútbol en las sillas de ruedas.
Es un mecanismo que las mismas pinzas que en su día diseñó Fernando cobran vida y cobran fuerza junto con unas manivelas que las manejan y que permite pinzar el balón, golpearlo con el exterior de cada una de las pinzas y diversas acciones que permiten el juego dentro de la pista de fútbol sala.
Ya ha comenzado la primera liga de A-ball que hasta entonces no había. Imagino que habrá supuesto un gran esfuerzo ponerla en marcha.
Efectivamente. La verdad es que después de muchos años trabajando y luchando para que pudiera tener el A-Ball una liga reconocida, lo hemos conseguido.
Hemos hecho muchas exhibiciones, eventos, torneos entre nosotros sin ningún tipo de reconocimiento oficial. Y en este caso se ha conseguido a través del amparo de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), que siempre ha estado con nosotros, tratando de involucrarse y de ir colaborando y ayudando poco a poco en que el proceso de iniciación de este deporte, y de que todos los proyectos fueran surgiendo y saliendo adelante. Y desde nuestra asociación, desde AFAE, hemos conseguido en varias reuniones que esto se convierta en una realidad.
Bajo el amparo de la RFEF, acaba de comenzar la Primera Liga Nacional de A-Ball, en donde la dividimos en dos grupos. La Zona Este donde está la Asociación de Futbolistas del Valencia CF, El equipo de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV IN LENNOX) y el equipo VilaSport de Vila-real. En la Zona Centro-Norte, participa un equipo de AFAE, el equipo de la Fundación Atlético de Madrid y otro equipo de Cantabria que es el OCEJA de Santillana del Mar, en el cuál el ex futbolista José Emilio Amavisca es el padrino de todo ese proyecto.
¿Qué tal los jugadores, contentos por poder empezar a competir?
Sin lugar a dudas, la verdad es que los jugadores era lo que necesitaban. Nos hacía falta competir. Es verdad que se hace un poco difícil trabajar y entrenar durante la semana sin un objetivo de partidos oficiales o de partidos de liga pero ese era el objetivo y se ha conseguido. La disponibilidad de todos ellos es total y con unas ganas tremendas de competir y de disfrutar sobre todo de algo que nació con ellos y para ellos y que ahora ven que se ha hecho realidad.
¿Hacen falta sillas especiales?
Las sillas de ruedas son las que en todo deporte inclusivo se necesitan. En el básquet, en el rugby, en el tenis, todas estas disciplinas necesitan unas sillas de rueda especiales para practicarlo, aquí en el A-Ball también. Son sillas deportivas que se comercializan para practicar todo este tipo de deportes y lo que nosotros añadimos es el mecanismo EOOS que se ha creado para tal fin.
La verdad es que no son unas sillas económicas, pero desde la asociación que fomenta el A-Ball en España tratamos de, junto con diferentes instituciones, llegar a acuerdos para que los clubes que se están adhiriendo a este proyecto y a este programa, puedan tener acceso a ellas. Hay ayudas, subvenciones y otro tipo de fórmulas para que todo el mundo pueda conseguir estas sillas para poder crear su equipo y competir en la liga.
Tras hablar con varios atletas discapacitados, hoy hablamos con gente que practica deporte adaptado a nivel grupal. Entiendo que el tópico de “en el vestuario somos una familia” aquí se queda corto…
Sin lugar a dudas es así. Todos los deportes de equipo tienen que ser así. Todos en el vestuario son una familia como tú dices. Todos en el vestuario se apoyan, pero aquí se da un pasito más, porque de alguna manera ves esa colaboración entre todos ellos a nivel personal. La ayuda es total y completa por parte de todos y no solamente entre los jugadores de cada equipo, sino también con los de los otros equipos.
Además, la mayoría se conocen porque participan en diferentes disciplinas deportivas. pádel, rugby, básquet, pilota valenciana… El compañerismo es total, como no podía ser de otra manera. Pero no nos olvidemos que cuando empieza la Liga y cuando empiezan los partidos son rivales, y todos quieres ganar y disfrutar de esos momentos.
Y entrenar, ¿cómo, cuándo y cuánto entrenáis?
Nosotros tenemos dos días de entrenamientos a la semana, los martes y los jueves, en horario de 15:30 a 17:00 en la pista de fútbol sala que se nos facilita desde la Universidad Politécnica de Valencia. A veces dependiendo de la preparación del partido incluso buscamos otro día más para poder entrenar.
La estructura del entrenamiento es una primera parte más técnica al principio del entrenamiento con un poquito de calentamiento y de físico, pero enseguida pasamos a la parte táctica y de trabajo del equipo. Hay que trabajar muy bien sobre las normas de juego ya que en el juego del A-Ball el 90% o 95% de ellas son las mismas del fútbol sala. El resto son una serie de normas y reglas que se han ido adaptando para que el fútbol en silla de ruedas sea practicable dentro de la pista de juego del 40 x 20 de fútbol sala.
Por último estáis en el programa de deporte apadptado de la UPV que dirige César Iribarren ¿Para el gran público, puedes resumirnos en qué consiste y cómo os está ayudando?
Como dices, estamos dentro del programa UPV-IN, un programa inclusivo, en el área de deporte de la Universidad Politécnica de Valencia. César Iribarren es, como he comentado también al principio, uno de los alma máter del proyecto del A-Ball y quiso que desde la Universidad Politécnica de Valencia, a través del deporte inclusivo, que el A-Ball tuviera su espacio.
Todo el proyecto que se promueve desde el área de deporte es fantástico, en este momento creo que somos ocho disciplinas de deporte inclusivo y que da la oportunidad a clubes que no podrían a lo mejor, sin el apoyo de la propia universidad, estar funcionando. Sólo tenemos palabras de agradecimiento, porque no tenemos más que apoyos y soluciones por parte de ellos en todo momento y he de poner en valor y en mayúsculas la palabra “GRACIAS”. Esta idea es un acierto más de tantas que tiene el departamento que dirige César Iribarren y que siempre se reafirma y apoya desde el Vicerrectorado de deportes que capitanea Santiago Guillem.