/ OPINIÓN

Trabajar el “casi se ganan todos los partidos”

16/12/2024 - 

VALÈNCIA. Igual se acuerda, querido lector, del chiste ese que decía que cuando un amigo le pregunta a otro sobre el número de veces que hace el amor, éste le dice que “casi todos los días”. Ante la sorpresa y admiración del primero y preguntándole por el número exacto a la semana, el segundo le matiza que “casi lo hago los lunes, casi lo hago los martes, casi lo hago los miércoles…”, casi, pero no.

Tras el encuentro contra el Real Valladolid del pasado viernes, el entonces capitán del equipo valencianista, Pepelu, en las declaraciones postpartido a DAZN, donde decía:

Estamos dolidos, decepcionados porque la idea era revertir la situación, ser valientes, salir a ganar, pero estamos en un momento que todo penaliza, no nos sale nada y toca seguir. Lo que se ve en el campo. Lo intentamos, pero estamos en un momento que todo penaliza y nos sale mal. Pues nada, a seguir

Y es que a veces ocurre que el equipo funciona a un buen nivel, los jugadores están en la línea de lo que se plantea desde el cuerpo técnico, parece que se hace lo que “toca”, pero falta algo, parece que no se acaba de “rematar”, y que se está en ese casi: “casi se ganan todos los partidos” (casi se gana contra el Rayo, casi se gana contra el Valladolid…); pero no se gana.

Desde el punto de vista psicológico, un buen funcionamiento mental es cuando el equipo trabaja unido para la consecución de objetivos comunes (por ejemplo, jugar de una determinada manera dentro del campo), confía en sus verdaderas posibilidades (como cuando sabe cuáles son sus puntos fuertes y débiles y los de los rivales; y sabe qué puede hacer para lograr los objetivos); están centrados en lo que depende de ellos mismos, con ilusión, y determinación; saben manejarse ante situaciones estresantes y perciben que tiene recursos para hacerlas frente; está concentrado en lo realmente importante; no están ni demasiado excitados, ni demasiado  poco… es decir, tienen una buena cohesión de equipo, autoconfianza, motivación, gestión del estrés, concentración, nivel de activación… que hace que su funcionamiento psicológico sea bueno. Y es posible que sea así; pero a veces no es suficiente. Hace falta hilar más fino para superar ese “casi” que es la diferencia entre el tener un buen nivel que permite competir y tener un funcionamiento óptimo que permita superar ese “casi”.

En ocasiones, ese “casi” tiene que ver con lo que podríamos llamar “la costumbre”, que ocurre por ejemplo cuando un futbolista se ha enfrentado a una situación similar en diferentes ocasiones con un resultado similar; y por tanto percibe (de manera automática) que cuando se enfrenta a otra situación parecida, los resultados serán también semejantes a los anteriores. Esta “costumbre” es lo que en Psicología se llama “aprendizaje asociativo” y ocurre de manera automática. Es decir, por ejemplo, ocurre que cuando le marcan gol en los últimos minutos de manera frecuente, cuando se acerca al final del partido, pueden aparecer una serie de pensamientos, emociones, recuerdos… que se asocien a ese momento y que perjudique su rendimiento por “aparecerse” e influir en su funcionamiento.

O también puede pasar al revés (recuerdan por ejemplo cuando un goleador está en racha que lo “mete todo con la uña”). Es posible que se asocien emociones, pensamientos, recuerdos… a situaciones relacionadas con el remate a portería y eso provoque que lo vea mucho más fácil y su ejecución sea más óptima.

El alto rendimiento tiene estas cosas. Trabajar este tipo de detalles es fundamental, sobre todo cuando las cosas no salen. ¿Cómo hacerlo? Si las cosas no van bien “cambiar la costumbre”. Es decir, asociar pensamientos, emociones, recuerdos… buenos a esas situaciones que marcan el detalle del rendimiento. Y quizás nuevas soluciones. Y centrarse sobre todo en lo que depende de uno (y no en otras cosas externas a cada deportista). De ahí también que es muy importante el tipo de mensajes que se introducen en esos momentos (lo que se dice y cómo se afrontan esas situaciones, por ejemplo). Y eso es un trabajo fino, muy fino y profesional desde la Psicología del Deporte, que a veces lleva su tiempo.

Está claro que hay otros factores como los aspectos tácticos, la calidad técnica, los aspectos condicionales… Por ejemplo, si desde el punto de vista táctico se llega muchas veces al área, pero sin buenas opciones de remate por no elegir bien las situaciones, igual es posible mejorar tácticamente la opción de juego), técnico (si no existe calidad de pase, los balones no se dan con ventaja al compañero, es mucho más difícil), o físico... es decir, hay diferentes factores (que están todos interrelacionados) que influyen en que ese “casi” caiga a nuestro favor.

En el alto rendimiento, trabajamos para que esos detalles se manejen mejor y por tanto se consigan mejores resultados. Para ello, es necesario una estructura de trabajo, una base, un buen funcionamiento (si no es así imagínense) y a partir de ahí trabajar esos detalles.

El Valencia CF, a nivel de funcionamiento, parece que tiene una estructura de funcionamiento de base. ¿Es suficiente? A nivel técnico/táctico/físico… (aunque sabemos que todo es un conjunto interrelacionado) deberán ser otros profesionales los que opinen con muchísimo mejor criterio que yo, desde luego. A nivel psicológico, creo que se debe trabajar para mejorar ese detalle, esa costumbre que permita cambiar ese “casi”.

Toca cambiar el chiste (permítanme la expresión, aunque la situación del Valencia obviamente no lo es), para que la respuesta ya no sea “casi se gana los viernes…” sino el “ganamos el miércoles”; y para ello, toca cambiar la asociación de esa costumbre que ahora mismo es pesimista (llamémosle así, aunque es mucho más complejo que eso) quizás, por momentos en los que la ilusión porque las cosas salgan bien, por el reto de realizar un buen centro o un remate, por la sensación de que se va a superar las dificultades (haciendo lo que sabe hacer el jugador y el equipo) y porque los mensajes sean adecuados y aumenten la posibilidad de conseguir el triunfo. Sabiendo, además, que quizás no se gane el próximo partido, pero que sí se va a manejar mejor esos aspectos que te acerquen más a ganar. Eso sí, haciendo lo que sabe hacer el equipo y cada jugador, buscando las mejores soluciones posibles. Trabajo fino y necesario donde los haya. Fundamental para el Valencia CF ahora mismo.

David Peris Delcampo es Psicólogo Experto en Psicología del Deporte, entrenador nacional de fútbol y de fútbol sala, Presidente de la Federación Española de Psicología del Deporte y profesor de la Universidad de Valencia.

@dperisd


Noticias relacionadas