VALÈNCIA. Son días extraños y angustiosos. Nos golpea una pandemia terrible, cuando estamos confinados en casa y cuando muchas familias tienen el corazón en un puño porque han perdido a algunos de sus seres queridos, sin haber podido siquiera despedirse de ellos. El único partido que ahora mismo importa es el que esta sociedad está peleando por ganar contra el maldito coronavirus. Y sin embargo, a pesar de estos momentos donde el fútbol no importa lo más mínimo, no quería dejar pasar la ocasión de animar desde aquí a todos los empleados y jugadores del Valencia CF afectados por el coronavirus. Ojalá superen el trauma cuanto antes, que se recuperen bien, que superen este mal trago y que pronto puedan recuperar la normalidad en sus vidas. Es un partido que están por ganar.
Y que tenemos que ganar. De entre esos valientes que siguen disputando este trascendental partido contra la maldita pandemia, conviene destacar un caso puntual, el de Ezequiel Garay. El defensa central del Valencia CF sigue confinado en casa, totalmente aislado y tratando de recuperarse de su lesión para volver a la práctica del fútbol mucho más fuerte que antes. Fue el primer jugador de LaLiga que anunció su positivo por coronavirus, continúa asintomático, prosigue con su aislamiento y trabaja día a día para recuperarse lo antes posible de su rotura de ligamentos en la rodilla derecha, que le obligó a pasar por el quirófano.
Ustedes, queridos lectores, se preguntarán: ¿Por qué escribir sobre Garay? Sencillo. Su ejemplo es fiel reflejo de que el deporte es el mejor relato posible para entender el desafío de la vida. Garay, lejos de hundirse ante la adversidad – lesión grave, incertidumbre por su renovación y positivo por coronavirus-, está dando una lección magistral de superación personal. Garay está combatiendo sus demonios interiores con determinación, está enfrentándose a la adversidad con entereza y está usando su aislamiento como instrumento de motivación personal. En definitiva, Garay está haciendo lo que hace un líder: sortear la crisis para transformarla en una gran oportunidad. Está siguiendo las instrucciones de los médicos, está explorando sus límites, está dándolo todo físicamente y no para de crecer anímicamente. Dicen que los héroes son personas corrientes que hacen cosas extraordinarias y que en las peores crisis se encuentran las mejores oportunidades. Garay está predicando con el ejemplo. Ánimo, fenómeno.