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Tres de los últimos cuatro cambios de entrenador mejoraron el rendimiento del Valencia CF

La llegada de Neville al banquillo valencianista por Nuno fue la única que empeoró por números a su antecesor en el cargo en las últimas destituciones, algo que no sucedió en las ocasiones anteriores a la destitución de Pellegrino

28/09/2016 - 

VALENCIA. El Valencia se ha acostumbrado en las últimas temporadas a destituir a su entrenador a mitad de temporada. Desde la salida de Unai Emery solo Nuno aguantó una temporada completa al frente del banquillo valencianista, donde logró la mejor puntuación de la historia del club de Mestalla.

La salida de Ayestarán, tras cero puntos de doce posibles, traerá un nuevo inquilino al banquillo valencianista que tendrá el reto de enderezar el proyecto valencianista y devolverlo a la élite europea, lugar que abandonó la pasada temporada.

Pero los cambios en el banquillo no siempre han traído el resultado esperado aunque en el club valencianista tres de los cuatro últimos cambios fueron positivos para el equipo, aunque en ninguno de los casos se consiguió el objetivo buscado a la hora de destituir al entrenador elegido para iniciar la temporada.

En los últimos veinte años, el Valencia ha destituido en siete ocasiones a su entrenador y el resultado es parejo, ya que en cuatro ocasiones el equipo mejoró con el nuevo técnico mientras que en tres ocasiones empeoró, aunque cabe destacar que de las últimas cuatro solo empeoró al equipo una vez.

El primer cambio que se produjo en esta etapa fue en la temporada 97-98 cuando Paco Roig destituyó a Valdano con cero puntos en tres jornadas, una etapa similar a la que le ha costado el puesto a Ayestarán. Cabe destacar que Valdano llegó al club una temporada antes sustituyendo a Luis Aragonés, pero el sabio de Hortaleza decidió dimitir y no fue destiuido.

La salida de Valdano produjo la llegada de Ranieri al banquillo valencianista. El italiano no tenía muy complicado mejorar la trayectoria de Valdano y vaya que si lo hizo, ya que en esa temporada logró el 52% de los puntos y que además fue quien puso las bases del mejor Valencia de la historia y que logró grandes éxitos, aunque ya no fue con él en el banquillo.

Tras la destitución de Valdano en el año 97, pasaron siete temporadas hasta que el Valencia destituyera nuevamente a un técnico. Fue en el año 2005, con la salida de Rafa Benítez y, precisamente, la vuelta de Ranieri al banquillo de Mestalla. El italiano sumó 38 puntos de 72 posibles (un 52%) pero quedó fuera de la Champions y también de la UEFA, lo que le costó el cargo a Ranieri. 

El club aspiraba a grandes cosas tras el doblete y eso le costó el cargo a Ranieri pese a que sus números no eran del todo malos. Tal era la 'resaca' del doblete que Soler apostó por la llegada de Antonio López, que fue segundo de Benítez, pero el cambio fue a peor ya que el técnico sumó un 47% de los puntos, menos que los sumados por su antecesor.

Quique Sánchez Flores, en el año 2007, fue el siguiente técnico destituido en el banquillo valencianista. El madrileño sumaba grandes números en Liga en la jornada 9, marchando tercero con 18 puntos, pero la Champions le estaba pesando. Además, su imagen estaba desgastada por el conflicto con Carboni, lo que le costó el puesto a las primeras de cambio.

La salida de Quique produjo la llegada de Koeman y una de las etapas más convulsas en el Valencia de la última época, junto con la pasada campaña. La llegada del holandés no mejoró para nada al equipo, puesto que apenas sumó un 27% de los puntos, pero eso sí, dejó en las vitrinas el último título que ha ganado el Valencia, la Copa del Rey. Koeman no pudo terminar la temporada, ante el riesgo de descenso, y llegó Voro que mejoró notablemente los números del holandés.

Tras esa temporada de Koeman llegó Emery al Valencia, que estuvo cuatro temporadas al frente del banquillo y su salida ha dejado una serie de técnicos que no han conseguido la estabilidad en Mestalla. El primero en llegar fue Pellegrino, que fue destituido cuando sumaba 18 puntos de 42 posibles, es decir, un 42% de los puntos para la llegada de Valverde, que consiguió un 65% de los puntos, con 47 de 72 posibles lo que le tuvo peleando por la Champions hasta la última jornada, donde perdió en Sevilla y dejó escapar el objetivo.

Valverde puso rumbo a Bilbao y el Valencia le entregó el banquillo a Djukic que tampoco consiguió llevar al equipo a buen puerto. El serbio logró el 41,8% de los punto antes de ser destituido. Su marcha trajo la llegada de Pizzi que mejoró los números de Djukic, pero tampoco en exceso ya que logró el 46% de los puntos en liga, aunque acarició la final de la Europa League.

La llegada de Peter Lim al Valencia contrajo la llegada de Nuno al banquillo. Tras una gran primera temporada, el luso empezó mal la segunda y acabó destituido tras sumar 19 puntos de 39 posibles, es decir, un 48,7%. La salida de Nuno conllevó la llegada de Neville al banquillo, que empeoró por mucho los números del luso logrando un 27% de los puntos.

Estos malos números le costaron la destitución al británico a falta de ocho jornadas y el club apostó por Ayestarán. El vasco mejoró los números de su predecesor hasta conseguir el 41% de los puntos en el tramo final de temporada.

El Valencia decidió apostar por Ayestarán para encabezar el proyecto, pese a que sus números eran más que discutibles (peores que Nuno, Djukic, Pizzi, Pellegrino, Quique o Ranieri que fueron destituidos) y que han terminado con la salida precipitada del vasco.

Ahora el club valencianista trabaja en la llegada de un nuevo técnico que de estabilidad al club y que mejore las prestaciones ofrecidas por su antecesor.

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