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Un análisis cortito y al pie

31/05/2020 - 

La Liga se pone en marcha. Tebas ya ha dado el pistoletazo de salida y el fútbol regresa tras el parón debido a la crisis del coronavirus. En estos once partidos que restan de competición, el Valencia tiene el reto de clasificarse para la próxima edición de la Liga de Campeones. O, en el peor de los casos, entrar en la Liga Europa. Ese es el objetivo. Y la obligación. No queda otra. No se puede hablar con la boca pequeña. El futuro deportivo de la entidad pasa por alcanzar la Champions. La clasificación, o no, para Europa centrará el nuevo proyecto futbolístico. César Sánchez está a la espera de saber si podrá invertir algo más en fichajes o, por contra, tendrá que apretarse el cinturón y tirar de cantera.

Para que el Valencia entre en Champions tendrá que mejorar mucho. Celades empezó con buen pie a su llegada a Mestalla, pero el equipo perdió fuelle en los últimos encuentros que disputó antes del parón liguero. Primero tiró de inercia. Y le fue bien. Pero cuando se intentó un cambio de estilo, naufragó de forma estrepitosa. El equipo se descosió. Luego, Celades trató de regresar a los principios básicos. Al origen y a la génesis. Pero las lesiones castigaron duramente a la plantilla. Las ausencias de Garay, Guedes y Maxi Gómez, tres titulares indiscutibles, penalizaron en exceso. A día de hoy, el Valencia está fuera de la final de la Copa, eliminado de la Champions por un outsider y se jugará toda su temporada en once finales a puerta cerrada.

Los retos que tiene el Valencia por delante están muy claros. La ventaja con la que parte Celades es que el diagnóstico del equipo es cristalino. El entrenador sabe de sobra por dónde se sangra. Y a fe que en esta mini-pretemporada habrá elaborado un plan de contingencia para evitar males mayores. El punto de partida son los goles encajados. El Valencia, con 39 tantos en contra, es el sexto equipo de la Liga que más goles recibe. La diferencia de -1 que refleja su casillero, entre marcados y encajados, es la undécima del campeonato. Con esos números resulta muy complicado estar arriba en la tabla. Ese registro de 39 goles encajados es terrible. O mejoras, o te quedas fuera de Europa. Y mejorar pasa por cerrar la portería. Así de simple.

Los factores que explican esos horrores defensivos, que decía Héctor Cúper, también son evidentes. La ausencia de un guardameta top y de un central de jerarquía han lastrado en exceso al colectivo. Ni Cillessen ni Jaume han liderado desde la portería. No han hecho olvidar a Neto. Ninguno de los dos se ha ganado la titularidad a pulso. Ninguno de los dos es indiscutible. Sus números están muy parejos. Para mí, son dos buenos suplentes. Urge el fichaje de un portero que continúe la estirpe de los Eizaguirre, Abelardo, Manzanedo, Ochotorena, Zubizarreta o Cañizares, por poner algunos ejemplos.

Los centrales han sido el otro gran talón de Aquiles del Valencia. Tras la lesión de Garay, Paulista se quedó sin socio. Y los suplentes no dieron el nivel mínimo exigible para un equipo Champions. Ni Diakhaby ni Mangala estuvieron a la altura. La mala planificación deportiva quedó al descubierto. No hubo ni claridad a la hora de centrar la apuesta por el filial. Al final, parece que Hugo Guillamón, ha sido el elegido para completar el grupo. Lo de Mangala ya se sabía. Su lesión no se puede ocultar. Pero el retroceso de Diakhaby era inesperado. Es cierto que nunca me pareció un Beckenbauer, y dudo que hubiera una oferta real de 40 millones por el futbolista, pero tampoco pensé que iba a hacerlo tan mal para que Celades fuera capaz de retirarlo del campo en mitad de un partido.

Pero no solo los fallos defensivos han penalizado al Valencia. Para poder alcanzar la Champions, hay que mejorar otros aspectos. Uno de ellos se explica desde el esperado regreso de Guedes. La vuelta a la mejor versión del portugués se antoja fundamental. Porque las estadísticas revelan que el Valencia solo presenta el 33% de su fútbol ofensivo por la banda izquierda. Es el equipo de la Liga que menos golpea desde ese perfil. Sin Guedes ni Cheryshev a pleno rendimiento, Celades tuvo que recurrir al multiusos de Carlos Soler a pierna cambiada. Es cierto que la explosión de Ferran invita a atacar desde la derecha, es el segundo equipo que más percute por esa banda (41%), pero es más cierto todavía que se acusa la falta de desborde por la izquierda. Bienvenido seas, Ferran. Pero la verdadera realidad es que la ausencia de Guedes se acusa en exceso.

Para completar este análisis básico de carencias y aspectos de mejora, habría que hablar también de la delantera. De la mala pata de la lesión de Maxi Gómez, que a todos nos ha dolido en exceso. Porque sus 9 goles en Liga, y esos 8 de Parejo, eran una buena noticia para los intereses del equipo. Diría que incluso también los 5 que lleva marcados Gameiro sin ser titular. Pero no puedo quedarme mudo ante la paupérrima aportación anotadora de Rodrigo. Nunca fue un goleador, es verdad, pero a uno de los referentes del Valencia hay que exigirle un algo más que esos 2 goles que lleva marcados. El jugador ha estado fenomenal en el capítulo de asistencias, siete, pero tiene que dar un paso adelante en los partidos que restan de Liga. Rodrigo debe hacer autocrítica. Y saber que no puede quedarse en esa pírrica cifra anotadora.

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