GRUPO PLAZA

el vestuario aún respira cierta confianza de salir reforzado del intenso mes de abril 

Un clavo ardiendo en Ipurúa

7/04/2023 - 

VALÈNCIA. Si para algún club se encrudece este fin de semana la carrera por el ascenso, ese es el Levante. Los de Orriols visitan la tierra del líder dependiendo de sí mismos pese al vaivén de sensaciones y el puntapié público del entrenador tras el doloroso desastre que acabó en empate frente al Zaragoza. El vestuario padeció el pasado viernes de falta de confianza y entró en pánico cuando el rival igualó en el primer disparo de peligro entre palos, pero el grupo, a pesar de todo, mantiene todavía la confianza de salir de la espiral de dudosa autoestima que ha mostrado en marzo.

Plantilla y cuerpo técnico respiran calma tensa. Las dudas existen y este domingo hay que pasar por la casa del líder, pero uno de los clavos ardiendo a los que se agarra el Levante es que ante los equipos incrustados en la parte noble de la clasificación todavía no se ha perdido. Caer en Eibar significaría alejarse demasiado de la primera plaza: los armeros se marcharían a ocho puntos de los granota y, con 7 jornadas por disputar (21 puntos), la desventaja ya sería reveladora. Al menos, compleja de voltear. El empate, sea o no convincente, mantendría la distancia; y una victoria, relanzaría al equipo con un nuevo aire. 

El Eibar logró sacar un empate a nada del Ciutat; Las Palmas, otro in extremis con un gol en el último suspiro; el Levante fue mejor en Granada y en Orriols, los de Paco López cayeron en uno de los encuentros más persuasivos de la 'era Calleja'; en Mendizorroza, hubo contundente triunfo granota; y en Albacete, otro, más allá del desembarco manchego en Valencia con una cita demasiado plana del equipo que bien pudo decantarse para los de Rubén Albés. Distintas tesituras, pero con un denominador común: el Levante no ha perdido contra ninguno de los equipos que van a soñar con el ascenso y eso hay quien ya lo tiene en cuenta para llenar el saco de la moral. 

Otro de los soplos de aire, repetido durante la última semana, que vive bajo el techo de Buñol es que el equipo todavía depende de sí mismo. El Levante, quinto, es el último de los que, parece, van a batallar por subir de manera directa. Solo hay dos puntos de diferencia con Las Palmas y cinco clubes en la trinchera, pero en caso de avanzar ante los oponentes directos, los de Calleja no deberán conocer resultados de terceros. Además, el cuerpo técnico confía en que la plantilla vuelva por sus fueros y resuelva en positivo la dinámica que absolutamente todos los equipos de la pomada han padecido. Eibar, Las Palmas, Granada, Alavés, Levante, Albacete... Todos vivieron sus crisis -algunas, profundas- y todos vieron la luz: el elenco de Calleja, de momento, sigue pasando su bache.

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