Un cuarto de siglo del debut de Romario, de la exhibición a la decepción

VALÈNCIA.  Este martes 1 de septiembre se cumplen 25 años del debut oficial de Romario de Souza con el Valencia en un encuentro de la primera jornada de la Liga en el campo del Racing de Santander que, como su trayectoria en el club de Mestalla, empezó con una exhibición y acabó en decepción.

Su fichaje ese verano fue uno de los golpes de efecto del entonces presidente Paco Roig, que como directivo ya había intentado su contratación cuandoel delantero jugaba en el PSV Eindhoven. Pero ese primer intento no fructificó y Romario acabó en el Barcelona, donde encandiló en su primera campaña y salió por la puerta de atrás en la segundo tras un enfrentamiento con Johan Cruyff.

Cedido al Flamengo, el Valencia tuvo que pagar al club brasileño y al catalán por un jugador que no era del agrado del técnico Luis Aragonés y que, tras estrenarse en el partido de presentación en Mestalla ante el PSV, regresó a su país para casarse por segunda vez.

Pese a todo llegó a tiempo para ser titular en aquel estreno liguero en el que el Valencia apabulló al Racing en la primera parte. Romario tuvo un par de opciones de abrir el marcador pero finalmente fue el croata Goran Vlaovic el que lo hizo. Poco después llegó el tanto del brasileño que parecía encarrilar definitivamente un debut triunfal.

Pero justo antes del descanso Patxi Ferreira marcó un tanto en propia puerta que no pudo evitar Andoni Zubizarreta e inició sin querer una remontada que en la segunda parte sellarían Álvaro Cervera y el uruguayo José Luis Zalazar.

Romario apenas jugó cinco encuentros ligueros con el Valencia en esa primera etapa, en los que marcó cuatro goles, y tras sus desencuentros con Luis Aragonés (que incluyeron una famosa discusión en la ciudad deportiva de Paterna en la que le pidió que le mirara “a los ojitos”) regresó cedido al Flamengo tras haberse quedado en el banquillo en un cruce de la UEFA ante el Bayern de Múnich.

Un año después, Romario regresó al Valencia para jugar a las órdenes de Jorge Valdano pero se lesionó en un encuentro amistoso y el argentino no pudo contar con él antes de que lo destituyeran. Su sustituto, el italiano Claudio Ranieri, no quiso contar con él y en noviembre de 1997 jugó su último encuentro con el equipo valencianista.