VALÈNCIA. Real Madrid y Valencia Basket se jugarán este sábado el primer billete para la final de la Copa del Rey de Málaga, en un duelo de altos vuelos en el que los blancos parten con cierto favoritismo por su buena marcha en todas las competiciones y los antecedentes de este curso, en el que ha derrotado a los taronjas en los tres precedentes entre ambos.
El equipo que entrena Chus Mateo es el rey de copas, con 28 títulos en sus vitrinas, aunque el Barça, con uno menos, amenaza su dominio. Solo han logrado los blancos imponerse en una de las seis últimas ediciones y llegan con hambre de triunfo tras un inicio de temporada impecable, con solo siete derrotas en 51 compromisos, líderes en la Liga Endesa y Euroliga y campeones de la Supercopa.
Enfrente tendrán a otro equipo que disputa la máxima competición continental, un Valencia Basket que solo se llevó la Copa del Rey en 1998, el año de su debut, y desde entonces, tras veinticuatro participaciones, solo ha podido acceder en cuatro ocasiones a una final en lo que va de siglo, las que perdió en 2000, 2006, 2013 y 2017.
Ambos están obligados a mejorar sus prestaciones respecto a su estreno copero, en el que solventaron sus compromisos pero con mucho sufrimiento y sin dar su mejor versión. El Real Madrid, tuvo que pelear hasta el final frente a un batallador UCAM Murcia y el Valencia, que fue perdiendo durante todo el partido frente al Dreamland Gran Canaria, se salvó con su reacción al final del tiempo reglamentario y con su mejor desempeño en la prórroga.
Los antecedentes de esta temporada favorecen al actual líder de la Liga Endesa, que derrotó al equipo valenciano tanto en el partido de ACB disputado en Madrid (83-74) como en los dos enfrentamientos de Euroliga (96-87 en el WiZink Center y 73-76 en la Fonteta).
En la víspera de la semifinal Chus Mateo destacó que "gracias a dios" por fin tiene a toda la plantilla "al cien por cien" y se mostró convencido de una mejoría en el juego de los suyos. "Tenemos claramente identificado dónde podemos mejorar", dijo en referencia a algunos aspectos como las pérdidas de balón y el rebote ofensivo.
"Lo único que cuenta ahora es el Valencia, en un partido que es una final dentro de una semifinal y así es como lo afrontamos", añadió el técnico madrileño, que alertó de que el Valencia Basket "juega muy bien al baloncesto, defiende francamente bien, sabe jugar cerca del aro y tiene mucho físico", por lo que tendrán que aprovechar cualquier opción si quieren ganarle.
El Valencia, que con su triunfo del jueves dejó atrás sus tres últimos años de sinsabores en cuartos, llega a la Copa tras un arranque de temporada muy exigente en el que ha tenido que superar varias lesiones y ha logrado mantener sus opciones de superar la fase regular de la Euroliga y de estar en la lucha por el título de la ACB.
Uno de los focos de atención de la semifinal estará en la pintura, donde frenar a Walter Tavares y Vincent Poirier será clave para el Valencia Basket, que ha recuperado a Brandon Davies para la causa tras sus problemas físicos y ofreció un gran rendimiento en su estreno copero. No obstante, su entrenador advirtió este viernes de que no es seguro que pueda jugar: "Veremos qué nos dice el cuerpo médico. Lo intentaremos".
Se prevé que Álex Mumbrú vuelva a repetir la fórmula empleada en la Fonteta, con el estadounidense obligando a abrirse al caboverdiano, que también reapareció el domingo tras varias semanas en el dique seco.
El entrenador taronja apuntó este viernes que "llegar al final de partido con opciones" será una de las claves para ganarle al Real Madrid, en un choque donde espera que su equipo pueda defenderse de las amenazas rivales y de las propias carencias "lo máximo posible".
"Tienen una gran plantilla y siempre dejan fuera a dos jugadores de nivel top. Ahora, con Tavares, vuelven a controlar el rebote. Desde Chacho hasta Campazzo generando, tienen tiradores por fuera con Musa, Hezonja, el poste bajo de Yabusele... tienen virtudes en todas las posiciones", analizó sobre el plantel madridista, al que cada vez "conoce mejor", dijo.