Un melón por abrir

VALÈNCIA. El melón de Selim Amallah no se puede seguir ignorando. Después de 27 partidos, el fichaje del marroquí no ha generado las expectativas que esperábamos de él. A día de hoy, es el pufo del pasado verano. La paciencia por llegar tarde en el mercado, las lesiones musculares y la Copa de África le han otorgado un crédito que empieza a quemarse con una velocidad pasmosa. Para colmo, se ha caído de la última convocatoria de Marruecos por su pobre nivel en el torneo de selecciones. 

Si analizas la temporada de Selim Amallah en el Valencia CF, te quedas con un sabor agrio. Dentro de la política de fichajes de austeridad de Meriton, el movimiento de traer a Selim generaba cierta esperanza. Un jugador internacional por Marruecos, que venía de trazar un gran Mundial y que sus apariciones en el fútbol español hasta su lesión eran prometedoras. 

Recuerdo que en su presentación Selim Amallah dijo que era un '10', aunque también podía jugar de '8'. El problema es que después de 27 partidos, sigo sin saber cuál es la posición idónea para Amallah en el terreno de juego. No hemos visto una actuación completa de Selim Amallah en toda la temporada. Algún destello o detalle fugaz, pero poco más. En la izquierda no otorga la profundidad suficiente ya que es un jugador más para asociarse que de atacar el espacio. Por detrás del punta, Selim tampoco ha dado síntomas de ser un jugador determinante en el último pase o con alguna llegada al área como si hemos visto por ejemplo con Javi Guerra. 

Con poco más de dos meses de competición por delante, mucho tiene que cambiar su rendimiento Amallah para que el Valencia se piense su continuidad, ni siquiera como cedido. En los últimos partidos tras su regreso de la Copa África, los minutos de Selim no me han transmitido nada. Perdido en automatismos y la sensación de no haberse adaptado al estilo de juego de Baraja. Selim, te quedas sin tiempo.