VALÈNCIA. Ningún club contaba con el parón momentáneo y hasta nueva orden de La Liga a causa de la propagación del coronavirus. Por lo pronto, Albert Celades tiene por delante, mínimo, tres semanas para aclarar ideas, empezar prácticamente de nuevo y, sobre todo, recuperar efectivos.
La competición no volverá para el Valencia por lo menos hasta el próximo 4 de abril. Para ese fin de semana tiene fechado el encuentro ante Osasuna en Mestalla, si la reevaluación de la situación por parte de la Comisión de Seguimiento de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) el 25 de marzo no hace necesario un nuevo alargue del campeonato. En total son dos jornadas sin partidos y casi un mes entero para refrescar a la plantilla del frenético y nefasto inicio de año.
Eso sí, además de la recuperación mental de su plantel, el stand by competitivo le viene bien a Celades para la reconstrucción física. Excepto Garay, el técnico podría preparar esa cita ante Osasuna con todas sus piezas disponibles. Al menos, en dinámica de grupo.
Maxi Gómez sería la gran duda en ese momento. El uruguayo cayó el 1 de marzo después de la victoria ante el Betis un día antes. La recuperación de su lesión en el quinto metatarsiano es complicada y hay que ser especialmente cauteloso con su tiempo de baja, pero para esa primera semana de abril ya habrá transcurrido un mes desde su caída. Salvo sorpresa mayúscula, Maxi no entrará en esa convocatoria -si es que finalmente se disputa esa jornada-, pero ya estaría en plena fase final de recuperación.
Lo mismo ocurre con Kang In Lee y el esguince en su tobillo derecho que sufrió el viernes en Paterna. Hay que ver los pasos que da el surcoreano para su regreso, pero la recuperación de su esguince puede alargarse también hasta la semana del siguiente choque liguero. En todo caso, sería un mal menor. Encararía la recta final o podría incluso estar en esa hipotética lista en función de cómo regrese de esa semana -de momento- de 'cuarentena' que el club ha dado a sus futbolistas.
Las notas más positivas llegarán de la mano de Piccini y Manu Vallejo. El italiano entrena desde hace casi dos meses con sus compañeros y su rodilla evoluciona lentamente, pero el nuevo parón de un mes podría hacerle estar a punto. En el caso del delantero gaditano, se está extendiendo demasiado su tiempo de baja. Va camino de los tres meses tras la lesión ósea en el pie izquierdo que le apartó del inicio de año del Valencia. No juega desde 2019 y en un principio no se esperaba que su paso por la enfermería fuese tan prolongado. Este frenazo de competición le vendrá bien a Vallejo para perderse menos encuentros, pero en su caso y en el del lateral el matiz residirá en el estado de forma con el que lleguen de la cuarentena.
Mangala, que ya volvió con el grupo en el último entrenamiento antes del partido de Champions ante la Atalanta, también está recuperado de su lesión muscular en el muslo izquierdo, aunque Celades tendrá que decidir también sobre su estado de forma. Y para Rodrigo y Coquelin el paréntesis competitivo por el coronavirus ayuda a relajar la carrera por llegar siempre al siguiente partido desde que ambos cayeran al dique seco.
En definitiva, Celades le ve el lado 'positivo' al parón de La Liga, y es que puede recuperar a su elenco de jugadores a nivel mental y físico de cara a las once jornadas que restan y que representan el único objetivo vivo que tiene el Valencia esta temporada. Todo ello, por supuesto, si la pandemia del coronavirus permite al equipo volver al ruedo tras las dos fechas de suspensión.