La lentitud de una operación salida ejecutada a cuentagotas y la dificultad de colocar a determinados jugadores, caso del holandés Rafael van der Vaart, está frenando la configuración del perfil definitivo del Real Betis
VALENCIA. La lentitud de una operación salida ejecutada a cuentagotas y la dificultad de colocar a determinados jugadores, caso del holandés Rafael van der Vaart, está frenando la configuración del perfil definitivo del Real Betis del uruguayo Gustavo Poyet para la próxima temporada.
El central alemán Heiko Westermann y el lateral Francisco Varela, quienes ayer anunciaron sus fichajes respectivos por el Ajax de Amsterdam y el Oviedo, han sido las últimas salidas de los numerosos jugadores declarados transferibles en el equipo bético y que, en muchos de los casos, aún no han encontrado acomodo en otro equipo.
El director deportivo de los verdiblancos, Miguel Montes Torrecilla, anunció desde el primer momento una lista de jugadores con los que no se contaba y de los que aún no han salido del Betis el peruano Juan Manuel Vargas, el argelino Foued Kadir, el francés Didier Digard y los españoles Xavi Torres y Francisco Portillo.
El caso más significativo, por ser la principal apuesta de la anterior dirección deportiva, es el del centrocampista holandés Rafael van der Vaart, a quien el club busca salida por sus elevados emolumentos y nulo rendimiento y que tiene un permiso especial por el que aún no se ha incorporado a los entrenamientos de Poyet.
Sobre Van der Vaart, Torrecilla comentó en su día que su caso "siempre va a ser más dificultoso porque le quedan dos años", que entiende "que si no cuenta a nivel deportivo tendrá que buscar con sus agentes los movimientos oportunos" y que hay que "llegar al entendimiento donde él quiera" porque no se le va a poner "una pistola en la cabeza para que se vaya a Groenlandia".
De los jugadores cedidos la pasada temporada, han quedado desvinculados del Betis el chileno Lolo Reyes, el uruguayo Braian Rodríguez, el egipcio Amro Tarek y el español José Antonio Caro; y queda por buscarle acomodo a Dani Pacheco, quien negocia su salida hacia el Alavés en el que estuvo cedido la pasada temporada.
Los únicos dos jugadores cedidos la pasada temporada que han regresado a la disciplina verdiblanca han sido el lateral izquierdo Álex Martínez (Elche) y su homónimo Alegría (Numancia).
La venta del francosenegalés Alfred N'Diaye al Villarreal por nueve millones de euros, 7,5 más determinados pluses, ha supuesto la entrada en tesorería de una cantidad importante para hacer frente a los gastos que el Betis está afrontando en materia de refuerzos y los que tendrá que asumir en las bajas que aún no se han producido.
De esta forma, el Betis confeccionado la pasada temporada por su entonces director deportivo, Eduardo Maciá, poco tendrá que ver con el de Torrecilla, en el que sólo continuarían once futbolistas como armazón de otros tantos que se han incorporado o que habrán de hacerlo para configurar el proyecto de Gustavo Poyet.
Los jugadores con los que se cuenta del pasado año, tras la marcha de N'Diaye, son los porteros Adán y Dani Giménez; los defensas Cristiano Piccini, Bruno González y Germán Pezzella; los centrocampistas Petros, Dani Ceballos, Fabián y Cejudo; y los delanteros Joaquín y Rubén Castro.
A éstos, hay que sumarles, hasta el momento, siete de las diez novedades anunciadas por Torrecilla, que son el atacante paraguayo 'Tony' Sanabria, el central francoargelino Aïssa Mandi, el lateral danés Riza Durmisi; los centrocampistas francés Jonas Martin y chileno Felipe Gutiérrez; y los extremos belga Charly Musonda e hispanoargentino Matías Nahuel.