VALÈNCIA. Una remontada difícil, pero no imposible. Así afronta el Valencia CF el partido de mañana contra el Atalanta donde parte con una desventaja importante tras perder por 4-1 en el partido de ida. Será una eliminatoria atípica y extraña por todos los condicionantes que han envuelto el duelo de vuelta por toda la crisis desatada por el coronavirus. El Valencia CF tendrá que adaptarse a las circunstancias y apelar a su fútbol para demostrar que puede estar en los cuartos de final de la Champions League.
Esta vez no podrá refugiarse en el calor de Mestalla, después de que Sanidad haya optado por mantener que el encuentro se dispute a puerta cerrada a pesar de que no puedan desembarcar aficionados italianos. Una decisión que ha generado polémica entre la parroquia valencianista, que se siente perjudicada por una medida que no se ha aplicado a otros eventos multitudinarios como las Fallas o la Mascletà.
Fue Dani Parejo el que dio un paso al frente y mostró su descontento por la diferente vara de medir a la hora de aplicar las restricciones pertinentes para evitar la propagación del coronavirus: "Soy el primero que se indigna cuando ve que las medidas que se adoptan no tienen coherencia. No entiendo cómo una crisis mundial puede gestionarse en España en función de la comunidad en la que vivas. No soy un experto ni mucho menos, pero por puro sentido común no entiendo cómo puedo pasear por Valencia con miles de personas por la calle celebrando unas Fallas que tanto a mi familia como a mí nos encantan, cómo puedo ir a recoger a un familiar al aeropuerto al que llegan cientos de vuelos procedentes de medio mundo, cómo puedo ver por televisión docenas de acontecimientos deportivos, soludarios o culturales en los que se congregan miles de aficionados… y, sin embargo, nosotros, el Valencia CF, no vamos a poder jugar delante de nuestra gente el partido más importante de la temporada".
En este sentido, el Valencia va a tener que afrontar un reto mayúsculo y lo hará sin su público. Sanidad ha calificado la decisión como irrevocable. Es una piedra más para el Valencia, que encara el choque con un sinfín de obstáculos. Con unos resultados irregulares en liga fuera de casa, Celades prepara el partido con muchos problemas por culpa de las lesiones y sanciones. La primera está en el eje de la zaga. Con Mangala lesionado y Paulista expulsado, el técnico catalán tendrá que inventarse un experimento junto a Diakhaby. Todo apunta a que será Francis Coquelin el que ocupe ese puesto.
Con Rodrigo y Guedes recuperados, la pegada se antoja como el único camino para batir al Atalanta, que lleva cuatro meses seguidos marcando y acumula 50 goles en sus últimos diecisiete partidos oficiales. La historia de la Champions da esperanza al Valencia, que se enfrenta a un reto que algunos equipos ya han conseguido alcanzar, convirtiéndose en noches mágicas. Lo hizo el Deportivo con el AC Milan imponiéndose por 4-0 en la vuelta y también el AS Roma al hacerlo por 3-0 ante el FC Barcelona en el 2018.