Asistimos desde ya y vamos a asistir en los próximos tiempos a un ir y venir de agentes de futbolistas ávidos por ‘colocar su mercancía’ y a un bombardeo de informaciones. Pero…OJO, también a rumores interesados de jugadores que se relacionan con el futuro del Valencia sea o no cierto...
VALÈNCIA. Ha sido volver de Singapur el puente de mando del Valencia y una frenética actividad se ha instalado en la sede social de la entidad porque son muchos los frentes abiertos y no menos el trabajo por hacer para presentar al aficionado una plantilla competitiva con la que Marcelino siga el rumbo que ya viene marcando desde que llegó al Club. Asistimos desde ya y vamos a asistir en los próximos tiempos a un ir y venir de agentes de futbolistas ávidos por ‘colocar su mercancía’ y a un bombardeo de informaciones. Pero…OJO, también a rumores interesados de jugadores que se relacionan con el futuro del Valencia sea o no cierto y también de posibles compradores para miembros de la plantilla. Porque, llegados a estas fechas, el mercado lo es todo. El mercado sabe que aquí hay que vender y el mercado también sabe que, más tarde, llegará el momento de comprar. Surgen infinidad de informaciones y filtraciones, incluso desde dentro del propio Club que –y valga la redundancia- debemos ser capaces de filtrar porque no todas apuntan a la verdad. Sencillamente porque la verdad final está por construir y lo que te puede contar cualquier mandatario del Club a día de hoy por quedar bien o por creer que está al tanto de todo lo que se cuece sin estar en la cocina, puede dar un giro inesperado porque el mercado es así de caprichoso e impredecible.
La labor del informador se complica y el aficionado ante tal cruce de informaciones, desmentidos y desmentidos a los desmentidos, es absolutamente lógico que ande mareado. El delantero que el Club quiere que salga no quiere salir, lo declara públicamente y al mismo tiempo sus agentes buscan equipo construyendo entorno a él dos relatos paralelos y contradictorios. El delantero que el Club quiere que venga es muy caro, pero que sea caro hoy no implica –necesariamente- que lo sea dentro de un mes y acabe poniéndose a tiro, pero durante ese mes escucharemos muchas veces expresiones como ‘está muy cerca’ o expresiones como ‘es prácticamente imposible’ y… mientras todo esto sucede nos aferramos a la confianza que produce el saber que en la sala de máquinas, de manera silenciosa y sin buscar el halago público y publicado, hay quien trabaja para que el Valencia tenga una buena plantilla la temporada que viene y lo hace desde el conocimiento de ese mercado tan volátil y escurridizo.
Los informadores les contamos lo que sabemos, que seguro no es más que la punta del iceberg y debatimos al respecto: lo que hoy es blanco mañana es negro y pasado mañana volverá a ser blanco… o no. Pero no es porque estemos locos o porque queramos jugar con ustedes. Es, sencillamente, porque este mercado persa de los veranos funciona de esta manera y, a menudo resulta más difícil encontrar una verdad que encontrar la última horchata fresca del desierto. Aunque el hecho de que sea complicado no significa que no sigamos buscándola para compartirla con todos ustedes. Y esto no ha hecho más que comenzar.