VALÈNCIA. Una primera parte irreconocible. "La primera parte era para quitar a los once", afirmó Rubén Baraja en los micrófonos de DAZN con un alto grado de enfado. Una derrota justa contra el Atlético de Madrid de un Valencia que no ofreció su imagen con una actitud defensiva muy pasiva que permitió a los rojiblancos marcar su ritmo sin apuros.
El Valencia entró al Cívitas Metropolitano demasiado temeroso ante un Atlético de Madrid que optó por una apuesta más arriesgada para desequilibrar el marcador. Los de Baraja retrasaron excesivamente su bloque defensivo y concedió facilidades para que jugadores como De Paul, Lino o Antoine Griezmann pudiesen hacer daño con un juego entre líneas.
Pese a que el Valencia CF apenas inquietó en toda la primera parte a Oblak, estaba metido en el partido gracias a las paradas de Giorgi Mamardashvili. El georgiano desbarató hasta cuatro ocasiones claras para mantener el 0-0. Pasada la media hora, Baraja adelantó líneas en la presión y cuando menos estaba sufriendo llegó el gol de Samuel Lino para hacer 1-0. Desajuste defensivo tras una falta lateral que se pagó caro. Foulquier tuvo que cortar un contragolpe y salió de su posición. Fran Pérez no cerró bien y el brasileño se quedó solo ante Mamardashvili para poner por delante a los rojiblancos.
Tras la reanudación, el Valencia estaba obligado a poner una marcha más si quería llevarse algo positivo del Metropolitano. En el plano ofensivo, el Valencia apareció por primera vez en el minuto 47. Javi Guerra controló cerca del área y probó fortuna con un disparo lejano que despejó Oblak. Mientras tanto, Mamardashvili siguió a lo suyo. El georgiano realizó otra gran estirada a cabezazo de Savic. Baraja movió ficha y dio entrada a Yaremchuk por Fran Pérez.
Sin embargo, el Atlético encarriló el triunfo en el 56. Nahuel Molina ganó la espalda de Gayà y puso un centro para que Memphis hiciera el 2-0 con un remate en ‘plancha’. El holandés casi hace el tercero con una gran jugada individual. Hizo un ‘sombrero’ a Mosquera y disparó con peligro por encima del larguero. La réplica valencianista llegó con un disparo de Yaremchuk que exigió la estirada de Oblak.
Finalmente, el Valencia no logró poner en aprietos al Atlético y se marchó de vacío en su visita al Cívitas Metropolitano.