VALENCIA. La ciudad de Valencia, a través de la Fundación Deportiva Municipal, acoge esta semana las pruebas de laboratorio para obtener el reconocimiento como laboratorio acreditado para la homologación de campos de césped artificial para la FIFA y la World Rugby, según ha informado hoy el consistorio valenciano.
Ambas entidades organizan anualmente esta prueba internacional, conocida como Round Robin Test, consistente en realizar unas pruebas entre laboratorios para evaluar la capacidad técnica del personal de los laboratorios de ensayo, así como que los equipos de medida cumplen los rigurosos requisitos establecidos por estos organismos.
Estos laboratorios deben superar esta evaluación para ser reconocidos como centro acreditado para la homologación de campos fútbol de césped artificial conforme a sus programas de calidad.
A esta cita de carácter mundial se presentan este año un total de 12 laboratorios de Australia, Holanda, Francia, Italia, Reino Unido, Bélgica, Alemania y España.
El Instituto de Biomecánica (IBV) de Valencia es el único laboratorio español que se presenta a este ejercicio de comparación para la revalidación de sus técnicos, ya que desde hace varios años está reconocido como laboratorio acreditado para la homologación de campos de fútbol.
Después de analizar los resultados por parte de FIFA y World Rugby, los institutos que superen las pruebas recibirán la acreditación correspondiente de estas entidades que permitirá, durante los próximos cinco años, ejecutar pruebas analíticas en campos de césped artificial para su certificación.
Los laboratorios llevarán a cabo las pruebas y los ensayos en las instalaciones de los campos de césped artificial de la Fundación Deportiva Municipal en Marxalenes y Doctor Lluch.
El director gerente de la FDM, José Vicente Berlanga, ha destacado "la enorme satisfacción" de que la FIFA y la World Rugby hayan vuelto a elegir Valencia para realizar estas pruebas, ya que cree que sirve para "dar valor a nuestras instalaciones y el trabajo de nuestros técnicos en las instalaciones deportivas municipales".
El programa de calidad de la FIFA establece una guía para conocer cuál debe ser el comportamiento del campo para que se considere óptimo para la práctica del fútbol.
En esta guía se tiene en cuenta tanto la interacción jugador-superficie, relacionadas más directamente con la seguridad de los deportistas y los riesgos de lesiones, como desde el punto de vista de la interacción balón-superficie, relacionadas con la espectacularidad en el juego.
Para llevar a cabo la homologación de un campo, el IBV realiza ensayos mecánicos en el terreno de juego para comprobar que el césped se comporta dentro de los rangos establecidos, así como la identificación, en laboratorio, del producto instalado para verificar que se trata de producto homologado por FIFA o World Rugby.
Previamente a la instalación, el producto es homologado en el laboratorio para asegurar que conservará las propiedades a lo largo del tiempo, ya que éstas son evaluadas tras someter al pavimento a condiciones de envejecimiento acelerado (tanto mecánico como de radiación UV) en laboratorio.