VALÈNCIA. El Valencia Basket visitará mañana la pista del Fenerbahce Dogus, en la quinta jornada de la fase regular de la Euroliga, y lo hará enrachado tras haber enlazado cinco victorias seguidas y sin presión por la condición de favorito del equipo turco como actual campeón de la competición y también tras el triunfo logrado en la cancha del Baskonia.
En una competición con un claro predominio de las victorias locales, cada triunfo como visitante supone un fuerte impulso y el Valencia tras haber perdido en la cancha del Khimki en la primera jornada, logró ganar su primer encuentro lejos de la Fonteta en Vitoria y multiplicó su valor al repetir victoria dos días después al arrollar en su casa al Unicaja.
El Valencia tiene actualmente un balance de tres triunfos y una sola derrota frente a los dos partidos ganados y dos perdidos que tiene el conjunto que dirige el histórico Zeljko Obradovic, aunque el equipo turco sólo ha jugado un encuentro ante su público.
En ese único encuentro como local, el Fenerbahce sumó un cómodo triunfo ante el también turco Anadolu Efes, el tercero de los rivales al que también ha ganado el Valencia en este arranque de la competición.
En cambio, en su último encuentro, en la pista del Panathinaikos, sufrió una dolorosa derrota por un ajustado 70-68, en un duelo que se decidió por un triple de Pappas en los últimos segundos.
La columna vertebral del equipo otomano está formada por el base estadounidense Brad Wanamaker, el griego Kostas Sloukas, los italianos Nicolo Melli y Luigi Datome y el checo Jan Vesely.
El Valencia afronta este encuentro tras haber podido tener al final cierto descanso después de haber derrotado el pasado domingo en la ACB al Herbalife Gran Canaria, en un encuentro en el que tuvo que subir su listón defensivo para poder controlar al equipo canario y evitarse jugarse el triunfo en un 'cara o cruz' final.
La idea inicial del técnico Txus Vidorreta era haber aprovechado ese encuentro para hacer debutar con el equipo al ala-pívot croata Damjan Rudez, su último fichaje, pero la igualdad del choque le llevó a no introducirlo por lo que en el caso de jugar sería su debut con el Valencia.
La idea que el técnico vasco ya ha empezado a poner en marcha es llevar al canadiense Aaron Doornekamp a la posición de alero, para lo que necesita reforzar la rotación interior con Rudez. Se trata de un movimiento que se espera que refuerce el perfil físico del equipo, algo especialmente importante en la Euroliga.
Para este encuentro está previsto que Vidorreta recupere al alero Fernando San Emeterio tras un mes lesionado pero mantendrá las bajas de Joan Sastre, Antoine Diot y Latavious Williams.