VALÈNCIA. El Valencia Basket ha puesto con la clasificación para la Copa de la Reina un broche de oro a su histórico 2018, el año en el que ha llegado por méritos propios a la elite del baloncesto femenino español.
El equipo que dirige Rubén Burgos arrancó el año en la tercera posición del grupo B de la Liga Femenina 2, con solo una victoria de margen para estar en la definitiva fase de ascenso pero ocho triunfos seguidos en el tramo final de la fase regular le auparon a la primera posición final.
En una fase de ascenso disputada en el pabellón de la Fuente de San Luis el conjunto valenciano asumió el papel de anfitrión y en un encuentro disputado el 29 de abril, que ya forma parte de la historia del club, firmó un ajustado triunfo por 51-54 ante el Celta que le dio el ascenso a la Liga Dia.
Casi tan importante para la entidad fue ganarse una plaza en la máxima categoría del baloncesto femenino español como que a la Fonteta acudieran mas de 6.000 aficionados a dar su apoyo al equipo, un respaldo social que siempre ha sido una de las metas del club.
Apenas habían pasado cuatro años desde que el club valenciano había anunciado en 2014 que incorporaba a su estructura a los equipos que quedaban del histórico Ros Casares, cuyo sénior había desaparecido dos años antes tras haber conquistado la Euroliga.
Esa 'adopción' incluía un sénior no profesional que el 22 de mayo de 2016 consiguió el ascenso desde Nacional a la Liga Femenina 2 ante el Real Canoe en una fase final disputada en Castellón que se decidió con una canasta sobre la bocina.
Para afrontar este verano el salto a la elite, el club valenciano apostó por dar continuidad a la mitad de su plantilla, incluidas algunas jugadoras que ya estaban en el primer ascenso y realizar siete incorporaciones.
La entidad fichó a Tamara Abalde, María Pina, Anna Gómez, Marina Lizarazu, que se lesionó de gravedad en la pretemporada, Joy Brown, Tinara Moore y Jori Davis.
Tras un arranque complicado, aunque esperado en la entidad por la dureza del calendario, que incluyó tres derrotas en las primeras tres jornadas, el equipo de Rubén Burgos ha ganado siete de los siguientes ochos encuentros y se ha encaramado a la parte alta de la clasificación.
Con su última victoria, por un arrollador 59-79 en la pista del Araski, ha certificado, a falta de dos jornadas para que acabe la primera vuelta de la clasificación, su presencia en la Copa de la Reina que se disputará en Vitoria a partir del 28 de febrero.
Ese éxito convertirá en una fiesta el partido de este viernes ante el Duran Maquinaria Ensino con el que cerrará 2018 este viernes en el que puede sumar un nuevo triunfo que deje encarrilada la permanencia, su gran objetivo para esta campaña.