VALÈNCIA. El Valencia Basket ha acabado su primera participación en la Euroliga a las puertas de la Final a Cuatro de la competición, un éxito incuestionable compatible con la sensación que existe en la plantilla de que se podrían haber exprimido aún un poco más las opciones de colarse entre los cuatro mejores del torneo.
Tras caer eliminado en la fase previa de la campaña 2021-22, el subcampeonato liguero de esa misma temporada abrió al Valencia las puertas de la mejor competición europea, en la que el equipo de Rubén Burgos se estrenó el 26 de octubre de 2022 con una agónica victoria en la Fonteta ante el Virtus Bolonia.
En total, el Valencia ha disputado diecisiete encuentros con un balance de diez triunfos y siete derrotas. Entre las victorias se encuentran varias ajustadas ante rivales directos como el equipo italiano o el Tango Bourges y otras ante rivales de presupuesto superior como el Praga, al que le derrotó en su propia pista, o el Famila Schio, al que le logró ganar el choque en la Fonteta para forzar un tercer partido en los cuartos de final que ha protagonizado.
El equipo valenciano ha sido el único de los ocho participantes en esta eliminatoria de acceso a la 'Final Four' que debutaba en el torneo, un dato que refrenda el notable balance que hace la entidad del estreno en la competición, más aún teniendo en cuenta las circunstancias en las que se ha producido.
El Valencia apostó el pasado verano por una plantilla corta, de solo nueve profesionales, con la idea de completarla con jóvenes como Elena Buenavida, Laia Lamana o Awa Fam. Pero de esas nueve jugadoras una de las principales referentes, la australiana Bec Allen no ha llegado a jugar por una lesión que llevó a rescindir su contrato en enero. Sus sustitutas, primero Eleana Christinaki, y ahora Cierra Burdick, eran de un perfil mucho más bajo.
Además, la gran estrella de la plantilla, la laureada Alba Torrens, apenas ha jugado nueve de esos diecisiete encuentros. Llegó lesionada en la rodilla, reapareció, se volvió a lesionar y regresó ya para el segundo choque de la serie ante el Schio. La otra gran referencia, Cristina Ouviña, ha disputado 12 y por tanto se ha perdido un 30% del total. En su caso, jugó el último partido tras tres semanas de baja por lesión.
Buenavida, por ejemplo, ha jugado más minutos que Torrens y más partidos que Ouviña. Leticia Romero, Queralt Casas, Raquel Carrera, Marie Gülich y Lauren Cox han formado la columna vertebral del equipo.
En la entidad hay una gran satisfacción por cómo ha funcionado el trabajo colectivo del equipo en estas circunstancias y por cómo se han mantenido sus señas de identidad de defensa y compartir el balón y se lamenta el mal porcentaje de tiro que tuvo el equipo en los dos encuentros en Italia.
Las buenas sensaciones del equipo se han traducido además, y este es un aspecto especialmente importante para el club, en buenas cifras de asistencia a la Fonteta en los choques europeos. En el segundo encuentro de la serie ante el Schio hubo más de tres mil espectadores en las gradas.
Ahora, el equipo de Burgos tiene por delante la Copa de la Reina y la fase final de la Liga Femenina, dos torneos que además de sus respectivos títulos dan derecho a poder repetir en la próxima edición de este torneo.