VALÈNCIA (EFE). El Valencia Basket visitará este jueves en Vitoria al Kutxabank Araski con el objetivo de que el parón que ha vivido por los compromisos internacionales no frene su trayectoria en la Liga Femenina, en la que está invicto.
El conjunto de Rubén Burgos acabó el primer tramo de la competición con diez triunfos en otras tantas jornadas, un balance que sólo igualó el Perfumerías Avenida y que tiene a ambos equipos compartiendo la cabeza de la clasificación.
Dado que el equipo salmantino recibe en su pista al Casademont Zaragoza en un partido teóricamente asequible, el Valencia cuenta con que debe ganar para mantener el pulso por el liderato.
En estos días de parón, Burgos apenas ha podido contar con cuatro jugadoras para entrenar pero él y su cuerpo técnico han aprovechado para estudiar a fondo el juego del equipo y buscar puntos de mejora, que deben empezar a verse poco a poco en la pista.
Enfrente tendrá a un equipo que ha vivido un inicio de temporada inesperadamente irregular tras sus buenos resultados de campañas anteriores y sus fichajes de este verano.
El equipo vitoriano incorporó jugadoras como las internacionales Anna Cruz, que ha regresado a la Liga Femenina tras siete años en el extranjero en los que llegó a ganar el anillo de la WNBA con las Mynnesota Lynx, o la ex del Valencia Tamara Abalde, que se lesionó de gravedad el tobillo hace un par de semanas.
Pero el Araski sólo ha podido ganar en tres de los nueve choques que ha disputado y su gran referencia ofensiva hasta ahora ha sido la alero madrileña Laura Quevedo.
Para este choque, además de la baja de María Pina, que aún no se ha recuperado de la grave lesión que sufrió la pasada campaña y no ha debutado, Burgos no podrá contar tampoco con Anna Gómez, que también se lesionó el tobillo en el último encuentro liguero, aunque en su caso sin tanta gravedad.
