VALÈNCIA. Un Valencia Basket irregular en sus últimas actuaciones y que por fin cuenta con su plantilla al completo se mide este viernes, en el tercer cruce de cuartos de final, al UCAM Murcia, que regresa a la Copa del Rey 26 años después por méritos propios tras una gran primera vuelta pero que llega a Granada en racha negativa y con problemas por un brote de covid que ha afectado a su plantilla.
A pesar de la victoria del equipo universitario en el duelo que les enfrentó en la Fonteta en Liga Endesa (86-91), todos los entrenadores y directores deportivos que han participado en la encuesta de la ACB dan como ganadores en sus pronósticos a los taronjas, que tras muchos avatares, bajas por covid y lesiones llegan al torneo del KO con la enfermería vacía.
Hace apenas unos días que Joan Peñarroya dispone de todos sus hombres, lo que por una parte le ha permitido ganar en potencial y recursos pero por otra le obliga a un lógico proceso de adaptación a los roles y sistemas y puede ser un hándicap en un torneo tan corto como la Copa del Rey.
Así, los valencianos han alternado en las últimas dos semanas triunfos de valor como los obtenidos ante el Real Madrid en Liga o contra el Virtus Bolonia en Eurocopa con abultadas derrotas como la cosechada en su última actuación liguera en la pista del Río Breogán, donde el equipo se mostró impreciso y se vio desbordado con claridad.
La gran novedad en su plantilla es el regreso del internacional español Víctor Claver aunque habrá que ver en qué condiciones llega a la cita tras haber estado cuatro meses lesionado. Quienes sí podrán aportar la fiabilidad y experiencia necesaria son hombres de la talla de Bojan Dubljevic, Sam Van Rossom o Louis Labeyrie, bien secundados por los siempre peligrosos Klemen Prepelic o Xavi López-Arostegui.
Antes de viajar a Granada, Peñarroya alertó de que su primer rival copero ha completado una primera vuelta "fantástica" en la que ha mostrado un juego diferente en defensa que condiciona la forma de atacar. "Nos va a exigir mucha concentración y mucha determinación para que no nos sorprenda y para que con su despliegue físico no nos trastoquen nuestra mentalidad y nos saquen de nuestro espacio", añadió.
Por su parte el UCAM Murcia, que en sus 37 años de historia solo ha participado en una Copa del Rey, la de 1996 en su condición de anfitrión, regresa por méritos propios en esta edición con la intención de dar la sorpresa en cuartos y colarse en semifinales.
Pese a haber sido una de las más gratas sorpresas de la presente temporada, al lograr su mejor primera vuelta en 24 campañas en la élite, no llega a Granada en su mejor momento, ya que viene de perder sus dos últimos partidos en Liga Endesa -Casademont Zaragoza y Lenovo Tenerife- y se ha visto afectado por un brote de covid que obligó a suspender el pasado domingo su enfrentamiento con el Barça
Con el ala pívot estadounidense James Webb ya recuperado de una contusión con edema en el recto anterior de la pierna derecha, la covid apareció pocos días antes de la Copa en el conjunto universitario, con varios positivos incluido el de su entrenador, lo que les deja en una situación comprometida a la espera de conocer el alcance del brote en la plantilla.
El equipo entrenado por Sito Alonso, a pesar de las críticas que recibe por lo que muchos entienden que es un juego excesivamente agresivo en defensa, es el conjunto de la Liga que más puntos anota en la presente temporada -85,94 por partido- y destaca por la fortaleza de su bloque.
El base estadounidense Isaiah Taylor, segundo en la lista de anotadores con 17,3, lidera el ataque universitario y forma un perímetro peligroso con Jordan Davis y Thad McFadden, mientras que en el juego interior el peso lo llevan entre Augusto Lima y James Webb.