VALÈNCIA. El Valencia Basket quiere prolongar su brillante racha y asentarse en la segunda plaza de la Liga Endesa con una victoria en la Fonteta ante un necesitado Bàsquet Girona, que sólo acumula una victoria en los últimos siete partidos.
Todavía con un partido aplazado como consecuencia de la dana, el equipo que entrena Pedro Martínez es segundo de la competición con seis victorias y dos derrotas, los mismos triunfos que el Tenerife -también con un partido menos-, el Real Madrid y Gran Canaria, todos ellos empatados entre la segunda y la quinta plaza, aunque Valencia es segundo.
De conseguir la victoria, el Valencia Basket conseguiría al cierre de esta jornada o bien descolgar al Real Madrid de esa pugna por la segunda posición o bien acercarse al Unicaja, líder con un balance de ocho victorias y una sola derrota, ya que el conjunto andaluz visita este domingo el Wizink Center para calibrar las dudas del proyecto de Chus Mateo.
Con catorce triunfos en los últimos quince partidos, el equipo 'taronja' sigue buscando un ritmo frenético con el que desequilibrar los encuentros por el gran número de posesiones jugadas y por su velocidad a la hora de tirar, sobre todo desde el perímetro. Y, por ahora, no sólo lo busca, sino que también lo encuentra.
El Valencia Basket, de hecho, ha alcanzado 99 puntos o más en siete de los nueve últimos choques, aunque en el partido ante el Hapoel del pasado miércoles no llegó a los cien -se quedó en 96- por confiarse en exceso en un último cuarto en el que quitó el pie del acelerador.
Ante el equipo israelí, Pedro Martínez no pudo contar con el base Stefan Jovic, el escolta Xabi López-Arostegui y tampoco los interiores Nate Reuvers y Ethan Happ, todos ellos lesionados, aunque el director de juego serbio podrá volver este sábado al parqué de la Fonteta.
Enfrente, el equipo del griego y extécnico 'taronja' Fotis Katsikaris cuenta con los base americanos Ike Iroegbu y Aljami Durham como grandes referencias en la dirección de juego, aunque también con el orden del valenciano Guillem Ferrando, que vuelve a la Fonteta tras su marcha definitiva este pasado verano.
Por dentro, el equipo catalán vive del poderío de James Nnaji, el pívot que recaló en verano tras varias temporadas en el Barça, mientras que el escolta americano Nike Sibande y el alero francés William Howard son el peligro del conjunto gerundense desde el perímetro.