A octavos sin brillo

VALÈNCIA. A octavos sin brillo. El Valencia consiguió finiquitar la eliminatoria de Copa del Rey en Mestalla ante el modesto CD Ebro gracias a un solitario gol de Michy Batshuayi. Los de Marcelino ya esperan rival en la siguiente ronda, que se disputará el próximo mes de enero.

No le faltaba razón a Mateu Alemany cuando tildó el encuentro de ‘irrelevante’. En los primeros veinticinco minutos no pasó absolutamente nada. Jaume y Salva veían como dos espectadores un encuentro ‘soso’ y con una palpable falta de tensión. Si alguno de los futbolistas no habituales quería ganarse la confianza de Marcelino, no lo estaba consiguiendo. 

Quizá Kondogbia era de lo más destacado del bando valencianista, más por talento que por ganas. Fue el futbolista francés que puso algo de ‘picante’ al envite con un potente disparo desde la frontal. Rozó la escuadra. Sintió ‘envidia’ Gerrit, que no quiso ser menos y así mandar un serio aviso a la pasividad de los locales. El capitán del Ebro se sacó un ‘zurdazo’ que obligó a Jaume a estirarse hasta la escuadra y desviar el balón a córner. La última del primer tiempo fue para el Valencia. Diakhaby cazó un rechace en un córner, pero fue bloqueado por la zaga visitante. Con este pobre bagaje, el partido alcanzó su ecuador.

Tras la reanudación, el partido no varió mucho ritmo. El Valencia jugaba con poca intensidad y sin mucha sensación de poder imponer su ley con claridad. Una vez más, el peligro de los de Marcelino llegó desde fuera del área. Racic combinó con Gameiro y disparó  con potencia. Acarició el palo de la meta defendida por Salva. Mestalla intentaba animarse con cualquier detalle para no ser superado por semejante ‘tostón’. En esta ocasión la calidad la puso Ferran con una buena internada por el centro, pero su remate lo atajó con seguridad Salva.

Cerca de la hora, el Valencia se adelantó en el marcador. Lo necesitaba Batshuayi, que no estaba cuajando una buena actuación. También fue una inyección de confianza para Lato. El canterano puso un centro preciso al corazón del área. El belga sin oposición, cabeceó a la red. Era el 1-0 y dejaba la eliminatoria casi sentenciada. El tanto dio moral a Batshuayi, que buscó el segundo con una acción individual. Su disparo acabó en el lateral de la red.

Uno de los sucesos que ocurrieron en el tramo final fue el contraste de reacciones en las dos últimas permutas de Marcelino. La ‘cruz’ fue con la entrada de Dani Parejo, que se llevó algunos pitos de Mestalla –quizá por su discurso tras la eliminación en Turín-. La ‘cara’ la encontró Kang In Lee que se llevó los aplausos, más por su insistencia que por su brillantez en el choque. Todavía quedaba tiempo para que Jaume se hiciera grande. Un fallo de concentración en la defensa provocó que Mainz rematara dentro del área pequeña. El de Almenara se lució con una buena intervención de reflejos.

Finalmente, el Valencia se impuso por la mínima al CD Ebro en un partido que sin historia pero que deja un claro reflejo. La unidad ‘B’ de Marcelino tendrá que mejorar sus prestaciones de cara a los octavos de final de la Copa del Rey.