VALÈNCIA. El color naranja tiñó este lunes el Ayuntamiento de València, donde se agolparon más de trescientas personas para celebrar un triplete histórico que exhibe “una nueva era” del baloncesto femenino español y que se distingue por el dominio de un equipo que este año arrampló con los tres títulos nacionales.
Vestidos de ‘taronja’, con banderas y muchas bufandas, decenas de aficionados se congregaron frente al balcón del Ayuntamiento de Valènica para celebrar junto a las ‘suyas’ un título que culmina una campaña en la que el Valencia Basket “confirma” su “dinastía”, como explicó la propia alcaldesa de la ciudad, María José Catalá.
Es el séptimo título en apenas seis años en la élite, pero la ambición de las jugadoras y del propio club sigue siendo máxima. Aunque este lunes era el día de celebrar, la base Cristina Ouviña aseguró que el año que viene quieren celebrar en el Ayuntamiento “ser campeonas de todo” mientras los aficionados cantaban “Euroliga, Euroliga, Euroliga, oe, oe, oe”, el único reto pendiente del equipo valenciano.
Y es que la ‘txaranga’, siempre presente en la Fonteta en los partidos, cambió al “We are the Champions” cuando la Liga salió a pasear por la plaza del Ayuntamiento mientras los aficionados subían las bufandas al ‘cielo’.
“Leti selección”, “Capi, Capi”, “Raquel Carrera oe, oe, oe”… fueron algunos de los cánticos de los aficionados, que pudieron celebrar junto a las suyas un título que se antojaba difícil al haber perdido el factor cancha. Sin embargo, en el primer partido en Salamanca, el Valencia recuperó el factor cancha y este domingo cumplió también en la Fonteta (61-44) para revalidar la Liga, su segunda consecutiva, y acabar así con una campaña brillante.
Todas salieron a hablar, aunque Queralt Casas sintetizó el sentir de las jugadoras con su: “Es un gozo jugar en la Fonteta”. Habló más el director general del Valencia Basket, Enric Carbonell, que resaltó que el club está muy orgulloso “por el qué -se ha conseguido-, pero sobre todo por el cómo”, pues alzó la Liga “ante casi 8.000 personas, un récord en València, pero también sin estridencias, desde la humildad, la defensa y superando momentos muy complicados”.
Explicó que se queda con una frase de Alba Torrens, que “dijo que si ganar es difícil, hacerlo después de ganar lo es más” y recalcó que, gracias al mecenazgo de Juan Roig y Hortensia Herrero, el Valencia es “la envidia de cualquier club de España y de Europa”.
La alcaldesa de la ciudad, María José Catalá, aseguró que este Valencia Basket es “una dinastía, una nueva era” en el baloncesto femenino español: “Dije que era una dinastía cuando ganasteis la Copa de la Reina, y lo confirmo, es una nueva era, la era del Valencia Basket”, afirmó.
“Un equipo ganador se define por la forma que se consigue y este es un equipo con mayúsculas. No flaqueasteis pese a las bajas de Alba -Torrens- y Raquel Carrera", comentó Catalá, que explicó que el Valencia aún puede “volar mucho más alto”, porque “es un club que sueña y todo lo que sueña va siendo realidad”.
“Sé que lo que vais a dar todo para tratar de traer esa Euroliga a València”, insistió Catalá, que se congratuló de su primera celebración deportiva en el balcón, aunque pronosticó que este sólo será “el primero de una larga amistad”.